La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, tan solo ha estado este lunes 20 minutos declarando ante la jueza del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Maria Eugènia Alegret. De entrada, ha solicitado a la magistrada y al fiscal que se le garantice la inviolabilidad parlamentaria. La máxima representante de la Cámara catalana ha afirmado a preguntas de su abogado, al único que ha respondido, que "la inviolabilidad es una garantía de la separación de poderes". Y ha agregado: "Yo no he transgredido ninguna resolución del Tribunal Constitucional". La secretaria segunda de la Mesa del Parlament, Anna Simó (ERC), ha estado el mismo tiempo declarando y también ha invocado la inviolabilidad parlamentaria. La fiscalía las acusa de desobededer al alto tribunal por haber permitido que se tramitara la propuesta de resolución de Junts pel Sí y la CUP que abogaba por convocar un referéndum independentista.

Es la segunda vez que Forcadell declara en el TSJC por presuntamente desobedecer al Constitucional. La primera querella contra ella fue por haber permitido que se votara, el 27 de junio del 2016, las conclusiones de la comisión de estudio sobre el 'procés'. Como ocurrió en aquella ocasión, la presidenta del Parlament, ha acudido al Palacio de Justicia de Barcelona acompañada por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y del 'expresident' Artur Mas. A su llegada ha sido aclamada por un millar de personas, que la han recibido a gritos de "independencia, independencia". Decenas de banderas 'estelades' han inundado el paseo de Lluís Companys, frente al Arco de Triunfo.

Forcadell, como hizo ya en su anterior declaración el 16 de diciembre del 2016, ha explicado a la jueza el funcionamiento de la Mesa del Parlament, aunque antes le ha solicitado el amparo, al igual que al fiscal Francisco Bañeras, apelando a la inviolabilidad parlamentaria. Las respuestas a las preguntas de la magistrada y del representante del ministerio público han sido el silencio. Ante esta situación, la presidenta del la Cámara catalana ha contestado únicamente a las cuestiones (unas 15) de su abogado, Andreu Van den Eynde, y ha asegurado que las resoluciones del Parlament están orientadas a plasmar y "cristalizar" los debates de los diputados. "Si el presidente quiere hablar de referéndum, la resolución deben recogerlo", ha razonado. Después ha subrayado que el letrado mayor del Parlament solo advirtió de que se debía tener en cuenta las resoluciones del Constitucional después de que se decidiera la tramitación de la resolución ahora bajo sospecha y que la Mesa se limitó a cumplir con su "deber". Simó ha declarado otros 20 minutos y en los mismos términos.

La fiscalía considera que Forcadelll no puede acogerse a la inviolabilidad parlamentaria de la que gozan los diputados, ya que su actuación se enmarca en la tramitación de la resolución y no en sus opiniones sobre una cuestión política, donde sí se le debería garantizar ese derecho. Ese derecho ya ha sido plasmado por la presidenta del Parlament en sus recursos contra la imputación. En los escritos alude a que este derecho, que protege la libertad de expresión de los diputados en las opiniones y votos en el ejercicio de sus funciones, está recogido en el Estatut y en la legislación internacional. Está destinado, en su opinión, a "proteger la función parlamentaria" y "los derechos derechos de los ciudadanos a la participación política que se vehicula a través de sus representantes políticos".

LA UNIDAD DEL SOBERANISMO

El soberanismo ha exhibido de nuevo unidad a la hora de acompañar a la presidenta del Parlament. El 'president' Carles Puigdemont, junto a los miembros del Govern, y el 'expresident' Mas, han arropado a Forcadell desde el Parlament hasta las puertas del tribunal, en un recorrido a pie en el que han participado también numerosos representantes políticos y sociales: diputados de Junts pel Sí, de la CUP y Catalunya Sí que es Pot, expresidentes del Parlament como Núria de Gispert, los presidentes de la ANC y Òmnium Cultural, así como de la Associació de Municipis per la Independència, y también el líder de la UGT, Camil Ros, así como diferentes alcaldes, entre ellos el alcalde accidental de Barcelona, Gerardo Pissarello, entre otros.

La presidenta ha recibido a las autoridades en el Parlament a las ocho de la mañana y unos 20 minutos después la comitiva, arropada por ciudadanos anónimos con varias banderas 'estelades', ha emprendido el camino por el parque de la Ciutadella, donde se han fotografiado todos con la palabra "democracia", la misma que se ha exhibido en el Passeig Lluís Companys, donde ha finalizado el recorrido con gritos de "¡no esteu sols! (¡no estáis solos!)". Entre los asistentes a la comitiva, representantes de ERC como Gabriel Rufián y Joan Tardà, el portavoz de CSQP Lluís Rabell, el presidente de la Associació Catalana de Municipis, Miquel Buch, y dirigentes del PDECat como Marta Pascal, así como Joan Ignasi Elena, el representante de la ejecutiva del Pacte Nacional pel Referèndum, muy satisfecho por la reciente adhesión del FC Barcelona.

HASTA LA PUERTA

Esta vez, a diferencia de ocasiones anteriores, Puigdemont ha acompañado a Forcadell hasta unos metros antes de la escalinata del TSJC, donde ha subido junto a Anna Simó, secretaria primera de la Mesa. Los otros representantes de la Mesa, Ramona Barrufet, Lluís Corominas y Joan Josep Nuet lo harán el viernes.

En esta ocasión, la presencia de ciudadanos en apoyo a Forcadell no ha sido tan numerosa como en el día en que comenzó el juicio a Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau por la organización del proceso participativo del 9-N del 2014, pero también se han concentrado varios centenares de independentistas a las puertas del tribunal, con gritos como "fuera, fuera, fuera la justicia española" o el Cant dels Segadors, que han entonado también las autoridades justo antes de que Forcadell y Anna Simó accedieran al Palacio de Justicia.