La reflexión de Pablo Iglesias sobre el feminismo desencadenó ayer una nueva polémica que comenzó por las palabras que pronunció sobre el papel de la mujer en la política en una conferencia y se alimentó con una campaña en las redes sociales para defender al líder de Podemos y denunciar la «manipulación» de los medios de comunicación. En un debate en eldiario.es, Iglesias dijo que «la feminización de la política no se logra con más mujeres en cargos de representación» y alertó de que «de nada sirve poner como portavoces a mujeres si estas no están feminizadas». Una vez trascendieron sus palabras, el incendio se desató. Los suyos argumentaron que las declaraciones, aunque literales, están sacadas de contexto, y que la reflexión del secretario general fue mucho más profunda. El propio Iglesias se explicó en los pasillos del Congreso: «Es fundamental que haya una presencia mayor de mujeres en todos los ámbitos y que los hombres seamos capaces de renunciar a ciertas formas agresivas, arrogantes y poco empáticas que a veces hacen la política irrespirable. Y esto yo soy el primero que se lo tiene que aplicar».

Mientras tanto, el grupo Guerrilla, afín a Podemos, anunció una campaña en las redes para que los simpatizantes denunciasen el «corta y pega» de los medios de comunicación, ofensiva a la que se sumaron algunos dirigentes podemistas. El PSOE salió a denunciar lo que les parece una conducta machista. Su portavoz en Igualdad, Ángeles Álvarez, señaló que las palabras de Iglesias son «un comentario profundamente reaccionario y sexista», y pidió al líder morado una reflexión. «Son unos comentarios que nos retrotraen a tiempos franquistas», reprochó. El PP tachó sus palabras de «desafortunadas».

La dirección de Podemos reconoce la necesidad de feminizar la política y también las formas de organización de un partido que se fundó a la carrera para poder concurrir a las elecciones. También es cierto que todavía no se ha tomado ninguna medida concreta para hacerlo, en gran medida porque todo el mundo da por hecho que el cambio llegará en el próximo congreso, la asamblea ciudadana estatal del 2017 (aún sin fecha). Iglesias admitió ayer que debe corregir ciertas formas, pero, a la vez reivindica un «lenguaje duro» y «radical», como, la expresión («me cago en sus muertos») que utilizó la semana pasada en un coloquio.