El expresidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Carlos Dívar, que habría cumplido 76 años el próximo 31 de diciembre, falleció ayer en Madrid a causa de una enfermedad, han informado fuentes del alto tribunal. El fin de su carrera judicial se produjo en el 2012, cuando hizo frente a una denuncia y una querella contra él por supuestos delitos de malversación de fondos públicos y estafa, esta última por los gastos en sus viajes a Marbella (Málaga). Ambas fueron rechazadas, sin embargo, ante la petición de que cesara de su cargo por parte de cinco vocales y la falta de apoyo del mundo judicial, Dívar hizo pública su dimisión y subrayó no haber hecho «nada malo» y haber sido víctima de una campaña cruel y desproporcionada.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, expresó a través de Twitter su «sentido pésame a la familia y amigos de Carlos Dívar» y apuntó que con su muerte «nos deja un gran jurista y una gran persona». El presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, destacó el «alto nivel profesional como jurista» y el «carácter conciliador» que, en su opinión, le hicieron «ganarse el respeto y afecto» de sus compañeros. También el vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Fernando Grande-Marlaska se acercó hasta el tanatorio y dijo de Dívar que era una persona que siempre respetó su trabajo y su persona, «y eso no hay de muchos que se pueda decir».