Alberto Fabra y Rita Barberá negaron por activa y por pasiva su marcha a Madrid, pero se convertirán en senadores por designación autonómica a finales de este mes. El comité regional del PP valenciano despejó ayer todos los rumores al aprobar «por unanimidad», y sin convocatoria previa a los medios, la propuesta para que el expresidente y la exalcaldesa de Valencia se refugien en el Senado.

Una vez la dirección nacional apruebe los nombres, la decisión deberá ser votada en un pleno de Les Corts, el 22 de julio. Antes, sin embargo, Fabra y Barberá deberán someterse al examen de valencianidad en la comisión del Estatuto del Diputado. Una prueba que el PP se sacó de la manga en el 2009, cuando modificó el reglamento del Parlamento tras poner en duda la idoneidad de la socialista Leire Pajín para ser senadora valenciana.

El hostigamiento a Pajín desde los medios afines al PP, que consiguió aplazar su nombramiento seis meses, fue sonado. No obstante, este examen es un trámite no vinculante, por lo que Fabra y Barberá no tendrán problemas para hacer las maletas y partir a la Cámara alta a finales de este mes.