La Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) ha pedido a las CCAA que eliminen los comités que autorizan la administración del tratamiento contra la hepatitis C y que suponen una "práctica dilatoria" y han fijado en tres semanas el plazo para que los enfermos reciban los fármacos prescritos.

El presidente de la AEEH, Jaume Bosch, que ha presentado hoy en rueda de presa el "Documento de consenso español sobre el tratamiento de la hepatitis C", se ha referido al plan que prepara el Ministerio de Sanidad para abordar la enfermedad y ha confiado en que éste sea suscrito por todas las autonomías en el próximo Consejo Interterritorial de Salud.

Los hepatólogos, que han asegurado que al menos 100.000 pacientes deberían ser tratados con los nuevos fármacos, han lamentado que el tiempo medio de espera desde que se prescribe el tratamiento hasta que se administra es de entre 2 y 4 meses y han denunciado que algunos hospitales no han dado tratamiento entre el 1 de noviembre y el 20 de enero.

Han indicado que este plazo no debería superar las tres semanas. "Esto significa que hay que retirar las comisiones de control de las comunidades para autorizar el tratamiento", ha pedido Bosch, quien ha asegurado que estos comités se crearon para "poner trabas" y dilatar el proceso hasta seis meses.

Bosch ha valorado la disposición del Ministerio de Sanidad en la elaboración de este plan que, tras el cambio de titular, "ha cambiado su actitud" y se ha "replanteado" la situación y ha confiado en que el borrador del plan contra la hepatitis C salga adelante. "Seremos la envidia del resto de Europa", ha asegurado.

En este sentido, ha puesto el foco de atención en las autonomías a quienes ha pedido que aprueben la propuesta del Ministerio que recoge las recomendaciones de la AEEH.

"Tengo temor de que surjan dificultades a nivel de las comunidades", ha reconocido el coordinador del Consenso, Rafael Esteban, quien ha destacado que, al ser éstas las pagadoras, tendrán que "luchar" para que acepten el plan, especialmente si, como ha asegurado el Ministerio, no se establece una partida presupuestaria para ello.

En este sentido, Bosch se ha mostrado partidario de que se habilite un presupuesto a cargo de créditos porque lo que hoy se invierte en hepatitis C, en cinco años se recuperaría "en resultados médicos".

Preguntado por si el Ministerio ha alcanzado un acuerdo con los laboratorios farmacéuticos, Esteban ha asegurado que Sanidad ha conseguido un descuento "muy importante" en el precio de los medicamentos en comparación con otros países.

El presidente de la AEEH ha destacado que estos nuevos fármacos garantizan un horizonte de curación para más del 90 por ciento de los pacientes.

"Es una de las mejores noticias que ha habido en hepatología en los últimos 20 años", ha afirmado Bosch, quien ha estimado que entre el 1 y el 2 por ciento de la población -entre 400.000 y 900.000 personas- pueden estar infectadas por el virus.

Así, ha subrayado que si se consigue eliminar el virus en los enfermos, estos "se curan de la infección para siempre", algo que no ocurre con otros virus.

Sin embargo, Esteban, ha advertido de que existe un "punto de no retorno" en los pacientes más graves, por ejemplo aquellos con cirrosis descompensada, que aunque reciban estos fármacos no se van a curar.

"Hay pacientes que se van a morir porque están en estadios graves", ha lamentado, para después explicar que "las muertes que se producen no son porque no reciban tratamiento ahora, sino porque no lo han recibido hace años".

Bosch ha señalado que desde el Ministerio se han comprometido a tratar a todos los pacientes que lo necesiten a criterio de su médico, y esto incluye a aquellos enfermos en riesgo de evolucionar hacia una situación más crítica, los trasplantados de otros órganos, personal sanitario y mujeres en edad fértil.

"Es difícil poner un número exacto, pero la cifra es alta", ha dicho Bosch quien cree que se debería tratar a entre el 50 y el 60 por ciento de los afectados.

Ha afirmado que los datos demuestran que si se extiende el tratamiento a todos aquellos pacientes que lo necesitan, en 2020 se habría reducido un 20 por ciento los casos de cirrosis hepática y un 20 por ciento los de cáncer de hígado.