Los partidos independentistas abordan el debate sobre cómo concurrir a las elecciones del 21 de diciembre. Con unas proyecciones demoscópicas que cabalgan hacia el suelo, el PDECat, vía Marta Pascal, lanzó esta semana la idea del frente unitario. A él se unió Carles Puigdemont, el viernes, afirmando que se ofrecía como candidato de una lista única. Y ayer, vía tuit, el expresidente fue aún más explícito: «Es el momento de que todos los demócratas se unan. Por Cataluña, por la libertad de los presos políticos y la República. Llistaunitaria.cat».

Sabedores de que despreciar a Puigdemont puede suponer un alto coste electoral, los republicanos abordaron ayer la cuestión en su consejo nacional. La decisión que se ha tomado, ya anticipada por la ejecutiva del partido, reunida antes del cónclave, es abogar por una candidatura unitaria, como apunta el expresident. Una lista, que incluya desde la CUP a personas del entorno de los comunes.

RECELOS A TRES BANDAS / Fuentes del PDECat han afirmado a este diario que por ellos no hay problema de que se sume la CUP, porque la intención original de Pascal cuando lanzó la idea ya era esa. Se huelen los posconvergentes que esta puesta en valor de los anticapitalistas, por parte de ERC, no sea más que una excusa para escabullirse. También es cierto que en los últimos meses han sido muchas las voces del PDECat que han clamado por marcar distancias con la CUP. Y también que entre los anticapitalistas lo de compartir papeleta con la exCDC tampoco levanta entusiasmos.

Si finalmente no hubiera lista unitaria, los republicanos abogan por la llamada unidad de acción. Es decir, listas separadas con un paraguas común. Juntos, sí, pero no revueltos. Dicho de otro modo, una mera alianza con el PDECat, no. Más claro: Junts pel Sí bis, no. De hecho, este era el plan original de los republicanos, el que ya insinuó Oriol Junqueras en un artículo publicado en Ara poco después de que se confirmara su encarcelación.

El esquema que adoptarían los republicanos, si finalmente se zafan del #pressingERC, pasaría por una lista transversal, muy al modo Junqueras, con independientes, sectores del socialismo catalanista y democristianos, que tuviera a ERC como única viga maestra. Abrirían la lista el propio Junqueras y Marta Rovira y se incluiría al resto de encausados (en prisión o en el exilio) del Govern y de la Mesa del Parlament.

TONO DESAFIANTE / Rovira ya ejerció ayer de lideresa extramuros. Ella se dirigió a los consejeros nacionales del partido reunidos en la sede. La secretaria general, tras percutir una y otra vez en la inexistente posición democrática del bloque 155, es decir, «del PP, de Ciudadanos y del PSC y el PSOE» ha exigido al Gobierno que si quiere que las elecciones del 21 de diciembre sean decididamente «democráticas» libere a todos los presos políticos. De lo contrario «no hay igualdad de oportunidades. De lo contrario, no contar con las cabezas visibles de una de las partes es como suspender un programa electoral».

El tono de Rovira ha sido siempre retador. «Si se celebran elecciones el 21-D es porque nosotros [el independentismo] decidimos que las haya. Porque quien las legitima y quien las organiza somos nosotros», reclamó Rovira frente a las sillas vacías de los consellers presos y en el exilio y ante el calor del resto de la sala, abarrotada hasta los topes. «Supongo que habrán aprendido del 1-O la importancia de que los ayuntamientos colaboren. De que el mundo educativo abra las puertas y de que los funcionarios que custodian las urnas del Estado las cedan y sobre todo, de que los ciudadanos no hagan insumisión», explicó, dejando en el aire la idea de que si el independentismo quisiera, el boicot a las urnas ese 21-D sería bastante sencillo y efectivo de llevar a cabo.

«Pero nosotros no somos como ellos, que tratan de poner sus ideas sin tener en cuenta el dictado de las urnas. Nosotros somos demócratas antes que independentistas», sentenció, dejando a las claras que su partido concurrirá. No ha dicho cómo. A tenor de lo que afirman públicamente tanto ERC como el PDECat, que se haga o no una alianza de fuerzas independentistas de todo tipo y pelaje depende de la CUP. Y los anticapitalistas decidieron ayer, en el consejo político que celebraron en Perpiñán registrar antes de que ceda el plazo -el próximo martes- una marca blanca simplemente para llegar a la asamblea convocada el próximo domingo, en donde decidirán si se presentan o no a las elecciones. Y es que, de no actuar así, se podría dar la paradoja de que la militancia del partido optara por abrazar la lista unitaria y no fuera posible legalmente. La portavoz de la formación, Núria Gibert, puso en duda las «garantías» de dichos comicios.