El empresario Juan Manuel Parra, de la compañía Hispart, ha afirmado que facturó los servicios prestados con motivo de la campaña electoral de CiU en las elecciones del 2004 (comicios al Congreso) al Palau de la Música, y no a la formación, por orden expresa del extesorero Carles Torrent, fallecido en el 2005. Parra ha añadido que el sucesor de Torrent en el partido, Daniel Osàcar, "no sabía nada". En total se trata de 13 facturas por un importe superior a 800.000 euros.

Parra ha sido el segundo empresario que ha confesado el uso de facturas falsas. Poco antes, Miguel Giménez-Salinas, accionista mayoritario de Altraforma, ha reconocido haber facturado al Palau de la Música encargos realizados para CDC. Giménez Salinas ha indicado que Convergència comunicó a su empresa que, dado el caracter publiciatrio de los trabajos realizados, se podían facturar al Palau. El también acusado no ha revelado el nombre de la persona de CDC que les pidió que facturaran a la institución cultural.

Hasta ahora, Giménez Salinas había declarado haber recibido tres encargos del propio Palau entre el 2006 y el 2007 por un importe de 60.000 euros cada una.