El Ministerio de Educación estudia la posiblidad de crear unteléfono de emergencia para alumnos que se sientan acosados en la escuela o que conozcan casos de 'bullying' en su centro educativo, un servicio similar al ya existente 016 que atiende a mujeres maltratadas. La medida, planteada por el ministro Íñigo Méndez de Vigo, es una de las propuestas que este martes empezarán a debatir un centenar de expertos, citados en Madrid para elaborar el nuevo Plan de Convivencia Escolar.

El documento recogerá otras muchas soluciones contra el acoso escolar que ya aplican desde hace años las escuelas (ya sea por indicación de las Administración autonómica o de la central), pero que, en la actualidad, no están coordinadas. Al encuentro han sido llamados responsables de todas las comunidades para una "puesta en común" y para conseguir también una "gran coalición" con docentes y familias, anunció recientemente Méndez de Vigo.

Entre otras medidas, además del teléfono gratuito sugerido por el ministro en una entrevista radiofónica el pasado septiembre, el plan también podría, por ejemplo, establecer a qué persona de cada centro pueden dirigirse los alumnos víctimas de acoso. El titular de Educación aboga también porque los colegios que mejoran la convivencia sean reconocidos a través de un sello de excelencia y que se redacte un documento marco de protocolo y ayuda a la labor docente en materia de convivencia. Habrá, además, una web vinculada al ministerio donde se recogerán distintos casos de buenas prácticas.

La creación de este Plan de Convivencia Escolar fue anunciado hace ya unos meses por el anterior titular del ministerio, José Ignacio Wert, tras los hechos ocurridos en abril en el instituto Joan Fuster de Barcelona, donde un profesor murió a manos de un alumno afectado por un brote psicótico, según explicó en su momento la Conselleria d'Ensenyament. Pese a que desde la Generalitat se ha insistido en todo momento en que ese fue un hecho aislado, el ministro Wert optó por vincular el suceso a la violencia escolar y aprovechó para anunciar la creación de la comisión que este martes (seis meses después) inicia sus trabajos.

ROMPER LA LEY DEL SILENCIO

La experiencia dice que una de las fórmulas más efectivas para prevenir el 'bullying' pasa por romper esa especie de ley del silencioque se impone entre los alumnos ante un caso de acoso. Tanto la víctima como quienes son espectadores de un caso de violencia (y, por supuesto, el acosador) niegan en muchas ocasiones que se haya producido el hecho violento, por miedo o por no ser considerado un chivato. Y aunque casi todas las escuelas, al menos en Catalunya, disponen de protocolos de actuación en casos de violencia grave, muchas veces la solución por la que se opta es la de cambiar a uno de los alumnos implicados (normalmente la víctima) de centro educativo.

Es el caso de la ley de educación de Catalunya (LEC), que en sus artículos 33, 36 y 37 establece qué conductas se consideran "gravemente perjudiciales para la convivencia en el centro", pero que solo se extiende a la hora de fijar las medidas correctoras y sanciones que se aplicarán a los autores de esas acciones. No especifica, sin embargo, qué asistencia se debe prestar, dentro de la escuela, a las víctimas de 'bullying'. El texto se limita a decir que Ensenyament debe "prevenir las situaciones de acoso escolar y afrontarlas de manera inmediata, y asegurar a los afectados la asistencia adecuada y la protección necesaria para garantizar su intimidad".

Países como Finlandia, en cambio, están implantando con éxito programas de prevención del acoso escolar, que han conseguido reducir, desde su entrada en vigor en el 2009, la incidencia del 'bullying', hasta hacerlo desaparecer por completo en un gran número de escuelas (hasta en el 79%, según algunos estudios). El método consiste en implicar en la lucha contra el acoso a los alumnos espectadores, testigos de agresiones, para que en lugar de reírse o callar se conviertan en ayuda a la víctima, con el apoyo de un equipo de profesores de referencia.