Ecologistas en Acción y el Grupo Ornitológico Oscense (GOO) han denunciado a la compañía eléctrica ERZ-Endesa por la muerte de 23 aves protegidas en cuatro torres de alta tensión de su propiedad ubicadas en el perímetro del vertedero municipal de Huesca.

Los cadáveres, correspondientes a 12 cuervos grandes, 8 milanos negros y 3 buitres leonados, fueron localizadas el pasado 14 de agosto en el marco de un proyecto de seguimiento sobre la mortandad de aves en tendidos eléctricos.

Según informan ambas organizaciones conservacionistas, los hechos han sido denunciados ante la Fiscalía de Medio Ambiente, el Gobierno aragonés y el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil al entender que podrían constituir un presunto delito contra la flora y la fauna protegidas.

Los ecologistas argumentan a este respecto que el supuesto delito se deriva de la no ejecución de modificaciones en el tendido eléctrico suficientes para garantizar la seguridad de la fauna avícola que habita en la zona.

Añaden que sólo dos de las cuatro torres que circundan el vertedero contaban con medidas de aislamiento contra electrocuciones, instaladas en 2005 tras ser constatada una alta mortalidad de aves en la zona, pero subrayan que estos medios se han demostrado con el tiempo "claramente insuficientes".

A juicio de estas organizaciones, el material instalado no aisla completamente el cable, por el que llega a pasar más de mil vatios, suficientes, subrayan, para provocar la muerte de grandes especies de aves.

Por esta razón, consideran que para evitar nuevas muertes se tendría que soterrar el tramo de línea eléctrica que pasa por el perímetro del vertedero, al que, según los conservacionistas, acuden diariamente cientos de aves en busca de alimento.

Entre estas especies se encuentran gaviotas patiamarillas, cigüeñas comunes, milanos reales y alimoches, incluidas todas en el catálogo aragonés de especies amenazadas.

Añaden que el alimoche no sólo es la rapaz más amenazada actualmente en Aragón sino que ha sido incluida en el catálogo europeo de especies en riesgo de extinción.

Las dos organizaciones conservacionistas advierten, además, que el vertedero está ubicado dentro de la zona de protección definida en el Plan de Recuperación del Quebrantahuesos, regulada por un decreto que establece normas concretas para evitar los riesgos para las aves derivados de tendidos eléctricos.

Recuerdan que los accidentes en líneas eléctricas, tanto por colisión como por electrocución, son la principal causa de mortandad no natural de las aves, y que el Gobierno aragonés suscribió en 2002 un convenio con Endesa para modificar de forma paulatina los tendidos con mayor riesgo.

En su escrito, Ecologistas en Acción y GOO exigen la reanudación de las acciones contempladas en el referido convenio, con inversiones en medidas eficaces y no "simples placebos".