La decisión de la Junta Electoral de Guipúzcoa ha dividido a los partidos en tres grupos; los que apoyan a Arnaldo Otegi, entre quienes se encuentran las formaciones nacionalistas y Podemos; las fuerzas que apoyan la inhabilitación del líder independentista, como defienden Ciudadanos y PP, y por último, quienes se limitan a respetar la decisión, como el PSOE.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha reclamado que sean los vascos quienes decidan quién les representa en el Parlamento, y ha calificado como "mala noticia" el pronunciamiento de la Junta Electoral. Desde el Partit Demòcrata Català (PDC), Carles Campuzano también se ha posicionado en contra porque "no ayuda" a normalizar la vida política en Euskadi. Y el PNV ha expresado que Otegi nunca debió ser condenado por el 'caso Bateragune', por lo que no debería estar inhabilitado.

Por su parte, el vicesecretario de organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, ha mostrado la "satisfacción" de su partido y ha celebrado que "una vez más" haya vencido "el Estado de Derecho". Ciudadanos ha añadido que "la sociedad vasca no merece la desvergüenza de Otegi y los suyos". Y en la misma línea, las víctimas del terrorismo, a través de las asociaciones Covite yDignidad y Justicia, han aplaudido la declaración de la Junta Electoral de Guipúzcoa.

La reacción más tibia ha sido la de los socialistas. El secretario de organización del PSE, Miguel Ángel Morales, ha apuntado que "respetan" la decisión, pero que no desean "entrar en el juego" de hacer que la campaña electoral gire en torno a la candidatura de Otegi.