Las diferencias entre la dirección nacional y la regional, o bien la simple impericia, han provocado este lunes un nuevo frente en Podemos a cuenta de la investidura del nuevo presidente de la Junta de Andalucía. La dirección nacional aseguró por la mañana que el partido no plantea "líneas rojas" para dar su apoyo a la socialista Susana Díaz, contradiciendo así a la líder en Andalucía, Teresa Rodríguez, que la pasada semana sí se mostró tajante al hablar de "condiciones" para empezar a dialogar.

Fue la secretaria de coordinación del partido, Àngela Ballester, miembro de la ejecutiva, quien abrió la polémica al señalar en rueda de prensa que aunque el diálogo seguía abierto tras la primera toma de contacto de la semana pasada, no se han establecido "líneas rojas". "No son condiciones, son las propuestas que lanzamos a Susana Díaz. La pelota está en su tejado", insistió a preguntas de los periodistas en la habitual rueda de prensa de los lunes, dejando claro que todavía no se ha adoptado una postura respecto a la investidura.

La posición del partido en ese debate no es baladí, dado que el PSOE necesita, si no el voto a favor, al menos la abstención de Podemos (15 escaños) o Ciudadanos (9) e IU (otros 5) para lograr la investidura de Díaz como presidenta de la Junta por mayoría simple. Sus 47 diputados se revelan insuficientes para lograr la mayoría absoluta en primera vuelta y cuentan ya con el no rotundo del PP (33 escaños).

CHAVES Y GRIÑÁN

Tanto Ciudadanos como el partido de Pablo Iglesias han reclamado la dimisión de los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, imputados por el caso de corrupción de los ERE fraudulentos, para empezar a negociar. Rodriguez suma la reducción de altos cargos para contratar más profesionales en sanidad y educación y la obligación de las entidades bancarias que trabajen con la Junta de Andalucía de no desahuciar a familias sin recursos. Desde el PSOE-A, el secretario de organización reconoció que algunas de las propuestas formuladas en esa primera ronda de contactos con el resto de partidos el pasado jueves eran "perfectamente asumibles", dando a entender que sería posible cerrar un acuerdo.

Pero las palabras de Ballester chocan con las de la propia Rodriguez, que tras su reunión con Díaz aseveró que las medidas planteadas sí eran "líneas rojas" o condiciones innegociables para empezar a dialogar. Tras la comparecencia de Ballester, la representante andaluza de Podemos ha insistido en las redes sociales que sí son condiciones. "No facilitaremos un gobierno que vaya en contra de los andaluces", ha apuntado en su cuenta de Twitter.

Desde su entorno apuntaron a un posible fallo de comunicación fruto de la inexperiencia de Ballester, aunque esperaban que "no se volviera a repetir". Mientras, desde el equipo de Podemos insistieron en que no se trata de ningún tipo de desautorización o enfrentamiento entre las dos corrientes del partido, y señalaron que técnicamente no se pueden considerar condiciones "porque no se busca un reparto de sillones", sino propuestas de sentido común "para mejorar las condiciones de vida de los andaluces y abrir la puerta a la negociación".

"Sin esas ideas va a ser muy difícil entendernos. Pero queda mucho proceso, quedan muchas conversaciones y todavía están las conversaciones en marcha", aseveró por la tarde el número 2 de Podemos, Iñigo Errejón. "Me parece en todo caso que son ideas que muchos ciudadanos, hayan votado lo que hayan votado, pueden compartir", ha dicho.