Las negociaciones entre el PP y Ciudadanos han entrado en una fase de «estancamiento», según C’s. El PP se niega a eliminar el Senado, las diputaciones y a reformar el Consejo General del Poder Judicial para garantizar su independencia, lo que provocó que el partido naranja mostrara ayer miércoles, al finalizar la reunión destinada a tratar las reformas institucionales, su «preocupación» y «consternación». La negociación «no esta rota pero sí estancada», señaló el portavoz parlamentario de C’s, Juan Carlos Girauta. Tras estas manifestaciones, por parte del PP, José Luis Ayllón lanzó un mensaje de «tranquilidad». En su opinión, no hay ningún motivo para «romper» las negociaciones y donde ahora no hay acuerdo, se encontrará «la fórmula» para que ambos partidos consensuen un documento con las medidas que facilite que los 32 diputados naranjas voten a favor de la investidura de Mariano Rajoy.

Por la mañana, el PP se encontró con otro inconveniente inesperado: el partido naranja exige que se dote de presupuesto cuatro de sus exigencias sociales: el plan de choque, que incluye el complemento salarial y un plan contra la pobreza infantil; la ampliación del permiso de paternidad; el refuerzo contra el fracaso escolar y la ampliación de la educación de 0 a 3 años. «No vamos a firmar meras declaraciones de intenciones, queremos concreciones económicas», advirtió el número dos de Ciudadanos, José Manuel Villegas.

Los conservadores saludan que Ciudadanos quiera hablar de los presupuestos generales para el 2017, un debate que se había pospuesto para cuando haya un Ejecutivo, así como de los plazos en los que se pondrán en marcha las medidas acordadas. «Estamos hablando entonces de un cierto programa de gobierno», reflexionó el vicesecretario de organización del PP, Fernando Martínez-Maíllo, en rueda de prensa. Eso sí, el conservador advirtió que su formación política no es como Podemos, partido que a su juicio «promete la luna para luego no cumplir».

LA SENDA DE BRUSELAS

Por ello, el PP ofrecerá a Ciudadanos estudiar pormenorizadamente las partidas presupuestarias de las cuentas del año próximo, para ver de qué apartados se puede obtener el dinero para financiar las medidas, pero atendiendo a la senda de reducción del déficit marcada por Bruselas. «Apelo a la responsabilidad de Ciudadanos para que en este tema nos ajustemos al cumplimiento de la estabilidad presupuestaria», manifestó Maíllo.

Ciudadanos quiere obtener el montante de dinero necesario para financiar sus exigencias, que rondan los 7.000 millones de euros, eliminando precisamente las diputaciones, el Senado o metiendo aún más la tijera en las administraciones públicas.

Pero el PP dejó claro por la mañana que reducir organismos es «la solución fácil» pero no la más conveniente y, bajo ningún concepto, suprimirá las diputaciones, una institución que lleva meses defendiendo como arma electoral contra Ciudadanos, partido al que afea que tenga en este apartado la misma opinión que los nacionalistas.

En su encuentro con losmedios, Martínez-Maíllo subrayó la importancia de los servicios que prestan las diputaciones al mundo rural. El responsable popular añadió que las personas que viven en el ámbito rural tienen «los mismos derechos a recibir prestaciones públicas», entre ellas los servicios sociales que dan las diputaciones, organismos que además, aseguró, están «saneados».

Tampoco está dispuesto el PP a aceptar la reclamación de Albert Rivera de que instaure las primarias. Y, respecto al resto de medidas de regeneración democrática que requieran de reforma de la Constitución, el PP ofrecerá a C’s que las mismas sean debatidas en una ponencia parlamentaria posterior.