La bolsa española cerró este miércoles con una caída del 2,85%, la pérdida de la cota psicológica de los 10.000 puntos y con un serio varapalo para los valores catalanes, especialmente CaixaBank y Banc Sabadell. La caída del Ibex 35 supone la mayor desde el 'brexit'. Las acciones que más bajaron fueron CaixaBank (4,96%); Sabadell (5,69%); e Inmobiliaria Colonial (5,51%).

La amenaza de una declaración unilateral de independencia desbarató cualquier optimismo entre los inversores. Las pérdidas de CaixaBank y Banc Sabadell ya eran del 4,5% a las 10.30 horas y alcanzaron caídas de más del 6% a mediodía. Al cierre de la sesión, las acciones de CaixaBank y Sabadell anotaban una pérdida de capitalización del orden de unos 3.600 millones de euros en una semana. El Ibex 35 terminó por debajo del soporte de los 10.000 puntos, el mínimo desde el pasado marzo, equiparando la situación de inestabilidad a la crisis generada por el 'brexit'.

Las tensiones políticas entre Cataluña y España han terminado por entrar de lleno en el mercado de renta variable y tanto CaixaBank como Banc Sabadell han sido las más perjudicadas, aunque el sector financiero español en su conjunto nota las consecuencias. Las mayores entidades financieras catalanas han tenido que pronunciarse con más claridad ante el conflicto. Tuvieron que asegurar que protegerán los "intereses" de sus clientes ante cualquier devenir político.

El Ibex 35 ya perdía a media sesión los 10.000 puntos, nivel por debajo del que no cerraba desde mediados de marzo, por las repercusiones del conflicto catalán y el duro discurso del Rey Felipe VI de la noche del martes. A las 12.45 horas, el selectivo español retrocedía el 2,57%, hasta los 9.994,20 puntos, con lo que las ganancias en el acumulado del año se reducían al 6,86% después de que las pérdidas de esta semana se elevaran al 3,73%.

CaixaBank remitió este martes una nota interna a sus empleados en la que les recordaba que "es importante comunicar proactivamente" a los clientes el compromiso en la defensa de sus intereses, que "guiará las decisiones futuras que, en caso de ser necesario, hayan de tomarse". El comunicado interno viene a refrendar una postura oficial del consejo de administración de CaixaBank ante la delicada situación política y los crecientes interrogantes que plantean ya los clientes en sus oficinas. El segundo mayor banco de España tras el BBVA empieza a clarificar su posición ante las decisiones políticas impulsadas por el Govern y sus socios PDeCAT, ERC y la CUP.

La sede y la fuga de depósitos

En caso de una declaración unilateral de independencia, la entidad podría trasladar su sede a Madrid al día siguiente, aseguran. Es una manera de atajar posibles fugas de depósitos. Además, los clientes de cualquier entidad bancaria en España también pueden pedir el traslado de sus depósitos a una oficina genérica radicada en Madrid, lo que habitualmente se conoce como cuenta 001.

El Sabadell indicó por su parte que las decisiones operativas de la entidad se tomarán siempre siguiendo criterios comerciales para potenciar el crecimiento del banco en su mercado principal, el español. "Nuestro proyecto es contribuir a ser el mejor banco español de proximidad al cliente", indicó el presidente del Banc Sabadell, Josep Oliu. Banc Sabadell, con 11 millones de clientes, es una entidad global, cuyos clientes catalanes suponen apenas el 15% del total del balance de la entidad. En este sentido, la entidad ya ha anunciado que tomará las medidas necesaria para seguir operando normalmente dentro del Eurosistema garantizando los intereses de sus accionistas, clientes y empleados dentro de cualquier escenario.

Incertidumbre del mercado de deuda

La incertidumbre ante la actual coyuntura también se refleja en el mercado de deuda, ya que la prima de riesgo española o el sobrecoste que exigen los inversores por adquirir el bono español a diez años en lugar del alemán, considerado el más seguro de la zona del euro, se ha disparado hasta 134 puntos básicos. Esto supone máximos desde el pasado 26 de abril y ocho puntos más que al cierre de ayer, después de que el interés del bono español a diez años haya alcanzado el 1,755 %, niveles de marzo.

Mientras la bolsa española se ve sacudida por la confrontación institucional, Wall Street sigue con presión alcista y marcando nuevos récords. El Dow Jones ha encadenado ocho trimestres alcistas en lo que supone la mejor racha en 20 años.