El defensor del Pueblo constata un notable descenso de las quejas de los ciudadanos a la institución por presuntos malos tratos policiales, al pasar de 21 y 32 reclamaciones en 2013 y 2012 respectivamente a las 9 recibidas el pasado año.

En su informe anual, la oficina de la defensora del pueblo, Soledad Becerril admite que los incidentes entre policías y ciudadanos en la calle y en el contexto de una protesta han sido siempre objeto de su especial atención.

Pese a que aprecia un notable descenso de las quejas llegadas al defensor por presuntos malos tratos policiales, la institución distingue las demandas por "trato incorrecto" por parte de los agentes.

Así, estas últimas aumentan ligeramente, al pasar de 56 quejas remitidas en 2013 y 58 en 2012 a 67 el pasado año.

Por "trato incorrecto", un concepto jurídico "indeterminado", el Defensor entiende una abanico de conductas muy diversas que pueden ir "desde la mera descortesía a la falta de la debida atención a los ciudadanos o el cumplimiento de alguna norma".

Respecto al empleo de medios antidisturbios, el informe considera "insuficiente" la legislación que existe al respecto, por lo que recomienda a la Dirección General de la Policía que elabore una normativa adicional sobre el uso de pelotas de goma.

Y sobre actuaciones policiales que han precisado el uso de la fuerza, la institución reprocha que la información que le facilita la Policía "no resulta en ocasiones suficiente" para dirimir si ha sido o no correcta.

Una dificultad que ha motivado al Defensor a pedir a los responsables del cuerpo que establezcan mecanismos de información para analizar y valorar las actuaciones policiales en todos aquellos casos en los que es necesario recurrir al uso de la fuerza.