Se juega el Barça-Las Palmas. Quedaban 18 minutos para que comenzara el encuentro y todavía no era oficial que se iba a disputar ese partido. Se juega, pero a puerta cerrada. El club azulgrana ha emitido un comunicado para anunciar que el choque correspondiente a la séptima jornada de Liga se celebraría, pero sin público. Los aficionados estaban en las puertas del estadio, pero no se les permitió la entrada.

El club ha querido, eso sí, "condenar las acciones llevadas a cabo hoy en muchas localidades de toda Cataluña para impedir el ejercicio del derecho democrático", además de lamentar que no se permita la "libre expresión de sus ciudadanos". El Barça había pedido a la Liga que se aplazara el encuentro, pero ha sido desestimado.

"EXCEPCIONALIDAD DE LOS HECHOS"

El Barcelona ha explicado que "dada la excepcionalidad de estos hechos", la junta directiva ha decidido que el partido contra Las Palmas "se juegue a puerta cerrada, después de la negativa de la Liga de Fútbol Profesional a decretar el aplazamiento". Esa medida ha generado una disensión en el seno de la junta directiva y ha provocado la dimisión irrevocable de Carles Vilarrubí, vicepresidente de relaciones internacionales e institucionales. Podrían llegar algunas dimisiones más.

La decisión del club azulgrana ha generado mucha polémica inmediata y por eso el presidente Josep Maria Bartomeu ha salido a explicarse ante los micrófonos de Barça TV. "Lamentamos lo que ocurre en Cataluña y estamos muy preocupados. Hemos decidió jugar a puerta cerrada para que se vea que nada tiene que ver con la normalidad, que quede para la historia que vivimos una situación excepcional".

DIVISIÓN INTERNA

La división en la junta y en el vestuario, y la posibilidad de perder seis puntos, ha forzado a la directiva a una decisión salomónica. "Hemos hablado con la Liga, y ante la negativa a anular el encuentro, se ha hablado con ejecutivos y equipo técnico, y se ha decidido jugar a puerta cerrada para que se vea la disconformidad con lo que está sucediendo", ha dicho Bartomeu, que ha aclarado que los Mossos garantizaban la seguridad del partido.

Sobre la dimisión de Vilarrubí, ha dicho: "Es normal que no todos estemos de acuerdo, es un club plural y transversal".