El Congreso de los Diputados ha dado este jueves su aprobación definitiva a la comisión para la evaluación y modernización del Estado autonómico. Impulsado por el PSOE, el organismo, que cuenta con el visto bueno del PP, es la única iniciativa política creada hasta ahora frente a la crisis territorial de Catalunya.

La Mesa del Congreso, encargada de gobernar esta cámara, ha dado su visto bueno a la comisión, con los votos a favor de socialistas, conservadores y Podemos. El PDECat también ha mostrado su predisposición a participar en ella, a diferencia de ERC. Como los republicanos, Ciudadanos se ha mostrado hasta ahora en contra del organismo parlamentario, como quedó reflejado en la junta de portavoces del pasado martes.

Visiones muy distintas

Las posiciones de partida de los grupos parlamentarios son muy distintas. El PSOE insistirá en la necesidad de una modificación de la Carta Magna de tipo federal, que blinde las competencias de las comunidades, reconozca hechos diferenciales y avance en la plurinacionalidad del Estado. El PP no se niega a discutir sobre una reforma constitucional, pero esta no se encuentra entre sus objetivos. Su intención es que la comisión esté “muy centrada” en la reforma del sistema de financiación autonómica, no en el reparto competencial. Y Podemos quiere ir más allá de los dos partidos mayoritarios. Su principal propuesta es un referéndum pactado y con garantías.

En su solicitud original, el partido de Pedro Sánchez, que lleva años intentando sin éxito sumar al PP al estudio de una reforma constitucional, señala que la comisión “tendrá por objeto analizar las necesidades actuales del modelo de organización territorial en España y realizar las propuestas que considere necesarias (…) para desbloquear el actual desencuentro en relación con la cuestión catalana y aportar soluciones satisfactorias que susciten el apoyo mayoritario en Catalunya y el resto de España”.

Por expreso deseo del PP, la comisión no comenzará a trabajar hasta después del 1 de octubre, fecha en la que está convocado el referéndum unilateral sobre la independencia de Cataluña.