El pleno del Congreso votó ayer por mayoría a favor de las nuevas leyes del concierto y del cupo vasco para el quinquenio del 2017 al 2021 por el que Euskadi deberá retornar al Estado cada año 1.076 millones de euros (1.300 millones iniciales, menos 224 de políticas activas de empleo) después de haber recaudado sus impuestos. Los grupos de PP, PSOE, Podemos, PNV y Mixto votaron a favor de los proyectos de ley, tramitados de forma directa y en lectura única, sin posibilidad de admitir enmiendas parciales. La votación contó con el voto en contra de Ciudadanos, cuyas enmiendas a la totalidad de los proyectos fueron rechazadas. Su líder, Albert Rivera, tuvo que escuchar críticas muy duras de todos los demás grupos parlamentarios por su «oportunismo» y sus críticas a los «privilegios» de lo que él había bautizado como «el cuponazo» a favor del País Vasco.

Según Rivera, el cupo vasco permite que «la segunda comunidad autónoma más rica en renta per cápita sea subvencionada en un 30% por el resto de los españoles». «No vamos a hacer pagar al resto de los ciudadanos sus amaños políticos con los nacionalistas vascos», añadió Rivera desde la tribuna del Congreso.

HARTAZGO

También votaron en contra de las leyes vascas los diputados del grupo valenciano Compromís, cuyo portavoz, Ignasi Candela, expresó en la Cámara su deseo de «un sistema de financiación para todos sin ningún tipo de privilegio» y mostró su hartazgo por que la política estatal «gire en torno al eje entre Madrid, País Vasco y Cataluña»

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, fue el encargado de defender los dos proyectos de ley bajo la atenta mirada del consejero de Hacienda vasco, Pedro Azpiazu, y del presidente del PNV, Andoni Ortúzar, que siguieron con interés la sesión desde la tribuna de invitados. «Cuando hay lealtad y respeto a las instituciones cualquier acuerdo es posible», dijo el ministro.

La aprobación de las leyes vascas allana el camino para que el PNV acabe dando su apoyo al Gobierno para la aprobación del próximo proyecto de ley de Presupuestos del Estado del 2018. «Hasta enero no empezaremos a hablar del tema», dijo ayer la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en los pasillos del Congreso. Montoro, por su parte, quiso desvincular la aprobación del nuevo cupo vasco y el posible apoyo presupuestario del PNV diciendo que son «cosas completamente diferentes».

Desde la tribuna del Congreso, el ministro Montoro se comprometió a impulsar la negociación el nuevo modelo de financiación autonómica para las comunidades de régimen común con el objetivo de poder llegar a un acuerdo político «en los primeros meses del 2018».

El portavoz socialista, Pedro Saura, se mostró abierto a esta negociación después de haber criticado la «desidia» y la «nula voluntad política» del Gobierno del PP de haber impulsado la reforma en el 2017, tal como se comprometió Mariano Rajoy ante la Conferencia de Presidentes a primeros de año.