La Comisión Europea (CE) elevó hoy una décima su previsión de crecimiento de la economía española tanto para este año como para el próximo, hasta el 2,8 % y 2,5 % respectivamente, y empeoró sus estimaciones sobre el déficit.

Las previsiones macroeconómicas de invierno reflejan la preocupación de Bruselas respecto a la deriva del déficit público español, ya que apuntan a que el país se ha alejado aún más de cumplir su meta para 2015, con un 4,8 %, y mantiene que la de este año la incumplirá, con un 3,6 % del PIB.

El Ejecutivo comunitario se reafirma así en su advertencia a España de que, si no toma medidas, no logrará situar su desvío por debajo del límite del 3 % marcado por las normas europeas hasta 2017, un año después de lo exigido.

Oficialmente, el Gobierno liderado por Mariano Rajoy, ahora en funciones, mantiene los cálculos que envió a Bruselas tanto para el déficit como para el crecimiento, aunque el ministro de Economía, Luis de Guindos, vaticinó recientemente que la expansión este año llegaría a situarse en torno al 3,5 % del PIB.

El Ejecutivo español cree que ha cumplido y cumplirá a rajatabla con la meta de déficit pactada para el pasado ejercicio, un 4,2 %, y el presente, el 2,8 %, cuando tendría que dar carpetazo al proceso por déficit excesivo que Bruselas mantiene abierto.

El Gobierno español atribuye la discrepancia con Bruselas a las diferentes estimaciones de la tasa de crecimiento, en la que confía para estrechar el desvío, mientras Bruselas advierte de los "riesgos" que crean la "incertidumbre sobre el nivel de moderación de los gastos, principalmente en el nivel de los Gobiernos regionales".

Respecto al crecimiento, la Comisión Europea espera que éste modere su ritmo pero se mantenga "robusto" hasta 2017, gracias "al desarrollo positivo del mercado laboral, la mejora del acceso de los negocios y los hogares al crédito, una alta confianza y los bajos precios del petróleo".

Pese a ello, los cálculos comunitarios se mantienen por debajo de los que baraja el Gobierno español en funciones: un 3 % para este ejercicio -que la Comisión consideró "optimista" en su análisis del presupuesto español en octubre- y un 2,9 % para 2017.

La CE considera que los mayores riesgos que pueden afectar al crecimiento de la economía española surgen ahora de la incertidumbre política que rodea la formación de gobierno en el país.

En cuanto a la tasa de desempleo, Bruselas mejora en una décima sus previsiones para este año, al situarla en el 20,4 %, y para el siguiente, cuando augura un paro del 18,9 %.

La Comisión espera que la inflación vuelva a terreno "ligeramente positivo a corto plazo, pero que se mantenga baja", con un 0,1 % este año y un 1,5 %el siguiente.

La deuda pública tocará techo, según los cálculos de Bruselas, durante este ejercicio, al alcanzar un 101,2 %, aunque se mantendrá por encima del 100 % el próximo año con un 100,1 %.