Fuentes del CNI señalaron que se trata de una práctica habitual que también realizan los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en cuanto aparece algún indicio relacionado con el terrorismo yihadista. De ahí que tuvieran contactos con él mientras cumplía condena en la prisión de Castellón.

El imán de Ripoll, que murió a consecuencia de la explosión del chalé de Alcanar (Motsià), al manipular los explosivos que manipulaba, está considerado la persona que aleccionó a los jóvenes que formaron la célula terrorista que cometió los atentados de Barcelona y Cambrils los pasados 17 y 18 de agosto, en los que murieron 16 personas y más de un centenar resultó herida.

Las sospechas sobre si Es Satty era confidente de los servicios secretos o policiales surgieron a raíz del sumario Chacal, en el que pese a haber sido imán y aparecer relacionado con la célula de Vilanova i La Geltrú, que luego fue absuelta por el Tribunal Supremo, ni siquiera fue juzgado. Los contactos que admite el CNI son muy posteriores, ya que se produjeron cuando él cumplía una condena de cuatro años de prisión por tráfico de drogas.

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu investiga a todos las personas que estuvieron relacionadas con los atentados, por lo que previsiblemente en esa causa se podrá determinar si fue o no confidente de algún Cuerpo de Seguridad del Estado. En el momento actual de las actuaciones no consta que lo fuera ni se ha abierto ninguna pieza separada para aclararlo, según informaron fuentes jurídicas a este periódico.