La vicepresidenta del Gobierno de España, Carmen Calvo, ha defendido esta tarde en Córdoba el papel protagonista que ha jugado el Ejecutivo español en la resolución de la segunda crisis del Aquarius, que finalmente, y, según ha dicho, tras una larga negociación en la que España y Francia han jugado un papel fundamental, atracará en el puerto maltés de La Veleta, que es considerado el puerto más seguro.

Calvo ha destacado el cambio de la política del Gobierno de Pedro Sánchez en relación con las migraciones que en tres meses ha conseguido dar un talante mucho más democrático y solidario, de diálogo y de políticas coordinadas, ha dicho, a un asunto de vital importancia para Europa, donde se ha conseguido, además, la colaboración de los demás países. Esta nueva política se espera que tenga una continuidad con la consecución de un acuerdo en esta materia en la cumbre que se celebrará en Salzburgo en septiembre, ha apuntado.

La vicepresidenta Calvo ha dicho que el esfuerzo de diálogo ha conseguido que varios países europeos (España, Francia, Alemania, Portugal, Luxemburgo, Italia e incluso Malta) se sumen a la labor de acogida de las 141 personas que el buque transporta, entre las que abundan los menores no acompañados.

El reparto de los migrantes que llegan en el Aquarius será, según ha explicado Calvo, de 60 personas en España (que se quedarán en Cataluña, tras el ofrecimiento del presidente catalán de abrir sus puertos, pese a no ser competente en la materia), otros 60 se irán a Francia, 30 a Portugal, 50 a Alemania, 5 a Luxemburgo y 50 en Malta y un número por confirmar en Italia que, pese a la tragedia del puente de Génova, ha mostrado también su disposición de acogida.