"No existe una 'caja b' del PP, no existe una organización del PP para cometer actos delictivos", ha afirmado José María Aznar en sede parlamentaria. El expresidente ha declarado esta mañana durante cuatro horas y cuartos en la comisión que investiga la financiación irregular de su partido en el Congreso y ha negado la mayor.

Según el exjefe del Ejecutivo, nadie todavía ha demostrado la "existencia" de esa 'caja b'. Pese a que la sentencia de la primera época de la Gürtel declaró probado que el partido ha tenido una "estructura financiera y contable paralela a la oficial" al menos desde 1989 (la misma sentencia que propició la moción de censura que sacó a Mariano Rajoy de la Moncloa), Aznar ha descartado tener alguna información sobre ese sistema de control del dinero negro. En todo caso, y ante ulteriores fallos judiciales, el que fuera presidente del Gobierno entre 1996 y 2004 ha hecho tres apuntes.

Primero, se ha parapetado tras el mismo argumento que usó Rajoy en la Audiencia Nacional: Aznar ha dicho que se encargaba de "la política" y no de la "gestión económica" del partido. Segundo, ha apuntado que él no conoce ninguna 'caja b' aunque otra cosa es que haya habido personas que se "hayan situado fuera de la ley o no hayan sido respetuosos con la legalidad". Y, tercero, cuando el diputado socialista Rafael Simancas le ha preguntado si las iniciales 'JM' que aparecen en los llamados 'papeles de Bárcenas' se refieren a su nombre, Aznar ha indicado que nunca ha recibido ni ordenado ningún ingreso de pago que no sea legal. Sí ha admitido que pudo "haber ayudado a personas perseguidas que sufrían los embates del terrorismo y pasaban momentos muy malos y penosos".

El exjefe del Ejecutivo ha subrayado que ningún juez instructor ni ningún tribunal ha considerado su presencia "necesaria ni útil" para investigar los presuntos casos de corrupción que afectan al PP. "Jamás he sido ni imputado ni llamado a declarar como testigo", ha afirmado.

Aznar se ha mostrado burlón en muchas de sus intervenciones, cuando Simancas le ha propuesto pedir perdón a los ciudadanos "hastiado" por los escándalos en las filas conservadoras. "No tengo que pedir perdón por nada", le ha respondido antes de recordarle el escándalo de los ERES en Andalucía. Además, ha asegurado que no tenía nada que ver con Francisco Correa, cabecilla de la red Gürtel. "Yo no conocía ni contraté a Correa", ha dicho sobre el empresario, pese a que acudió a la boda de la hija de Aznar con Alejandro Agag.

Risas de los diputados populares

El exjefe del Ejecutivo ha acudido a la comisión acompañado por una decena de diputados conservadores, con el nuevo presidente, Pablo Casado, a la cabeza. El líder de los populares se ha ido pero se han quedado dentro el secretario general, Teodoro García Egea, y la portavoz del grupo parlamentario, Dolors Montserrat.

Los diputados del PP le han reído a Aznar las chanzas y los chistes con los que ha ido jalonando sus intervenciones para burlarse de la insistencia de Simancas en algunos momentos. El diputado socialista ha aprovechado para reprocharle el llamado 'tamayazo' (la deserción de dos diputados del PSOE que impidió a Simancas ser presidente de Madrid y que dio la presidencia a Esperanza Aguirre). Aznar le ha dicho que siente que no haya superado todavía esa "frustración".

Bromas con las bombas a Arabia Saudí

También ha hablado con tono de burla Aznar cuando ha introducido en la comparecencia la polémica venta de armas del Gobierno a la monarquía absoluta saudí. "Ustedes no venden bombas a Arabia Saudí, venden proyectiles de alta precisión que están dedicados a caer sobre algunas personas, no para los yemeníes", ha afirmado el exjefe del Ejecutivo. "Eso sí, los venden a cambio de fragatas o de corbetas que, como todo el mundo sabe son, digámoslo en su jerga, como embarcaciones de recreo especialmente dotadas para la defensa y que se puede alquilar uno para la navegación", ha continuado. Era el turno de Simancas y este le ha replicado que le parece "absolutamente inaceptable" hablar de bombas "en tono de chanza" por parte del presidente que llevó a España a la guerra "ilegal e inmoral".

Ante esta acusación, Aznar ha respondido que España no tiró "bombas" en ese conflicto porque "no participó" en él. En varios pasajes de la intervención y cuando poco después Gabriel Rufián (ERC) también le ha preguntado por Irak, el expresidente del PP ha destacado que su Gobierno mandó 2.600 soldados "bajo mandato de la ONU" y como "fuerza de estabilización con 50 países más". "No participó ni uno solo y usted apoya un gobierno que vende mecanismos de alta precisión, supongo que porque les conviene para seguir intentando romper el orden constitucional en España", ha incidido Aznar en el turno con Rufián.

Contrataques para todos

Y si frente al portavoz socialista le ha blandido el caso de los ERES y a Rufián le ha acusado de ser un "golpista", al portavoz de EH-Bildu, Óskar Matute, le ha dicho que le parece "verdaderamente increíble" que le pregunte por "sobres" de dinero negro cuando es de un partido heredero de la antigua Batasuna, "parte de ETA".

Pero el cara a cara más agrio de todos ha sido el que ha protagonizado con Pablo Iglesias, líder de Podemos. Ya en la primera pregunta, cuando le ha preguntado si como presidente del PP había detectado alguna irregularidad en las cuentas populares, Aznar le ha sacado la supuesta ayuda económica que Podemos ha recibido de los regímenes de Irán y Venezuela. Y cuando Iglesias le ha preguntado por quién pago los gastos de la boda de su hija, el exjefe del Ejecutivo le ha respondido que el dirigente de Podemos "es un peligro para la democracia en España" y le ha hablado de que espera que supere bien los difíciles momentos familiares que está pasando, en referencia a los hijos prematuros que ha tenido con Irene Montoro. "Sobre los regalos de mi hija no voy a hacer ningun comentario. Yo le deseo en el terreno familiar lo mejor pero, si tiene alguna insinuación familiar, diga o mida mejor las palabras", ha continuado. "Ni es un señor fiable ni es un señor que respete la verdad en absoluto", ha afirmado. Iglesias no ha entrado al trapo.

Después de la intervención del diputado del PP, que se ha quejado de que los portavoces han sacado temas de discusión diferentes al objeto de la comisión, se ha levantado la sesión. Aznar ha seguido con su tono irónico y al atender brevemente a los periodistas ha dicho: "Me lo he pasado muy bien. Tengo ganas de volver y todo".