El expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González se quejó ante Esperanza Aguirre de su ahora sucesora, Cristina Cifuentes. En concreto, González intentó descubrir al responsable del acoso mediático que sufría el pasado noviembre por el espionaje durante el viaje a Colombia de 2008, en el marco del 'caso Lezo'.

En concreto, Aguirre le telefonea el día en que 'El Mundo' publica la noticia "Los detectives que espiaron a González se jactaron de tener pruebas de sus comisiones", según 'El Confidencial'. La política madrileña se interesa por González y le pregunta quién movía "todo esto", ante lo que su ex número dos es claro: el comisario Villarejo o "puede que llegue de la mano de Cristinita", en alusión a Cifuentes.

Así pues, González no descartaba el papel de Cifuentes y explica a Aguirre que los detectives, al estar imputados y no ser policías, no tenían la obligación de decir la verdad en sede judicial. Por último, cuenta que uno de ellos, el dueño de la agencia Mira, es amigo de Alfredo Prada. "Todo es una mierda de esta con la connivencia de 'El Mundo'", recalca.

SIN ABOGADOS

Por otro lado, González también contó a Aguirre en qué momento se encontraba el caso, juzgado en el tribunal de instrucción número 47 de Madrid. Según la versión recogida por este medio, los detectives habían pedido el archivo a la Audiencia Provincial y él estaba pendiente de recurrir, "pero como Cifuentes me ha quitado los abogados, ahora estoy en proceso de buscar yo uno, para que le den la venia y que se estudie los ocho años de expedientes".

González asegura que por ello "Cifuentes no es ajena a toda esta mierda. Cifuentes no solo me ha quitado los abogados de la comunidad, sino también a los que estaban en el servicio jurídico", dice sobre la política popular, a quien en otra conversación llega a tachar de "hija de puta".