El 'expresident' Artur Mas sigue en la trinchera y ha mantenido este viernes el mismo discurso de la víspera sobre las acusaciones vertidas en el juicio por el 'caso Palau' por Fèlix Millet, yJordi y Gemma Montull, sobre las comisiones que supuestamente pagaba Ferrovial a cambio de obra pública a través del Palau de la Música. Son falsas, ha argumentado, aunque ha admitido que este juicio y otros procesos de corrupción en marcha "han puesto bajo sospecha" a Convergència. No obstante, ha descartado asumir responsabilidades políticas por estos escándalos y renunciar a la actual presidencia del PDECat. "No me he planteado abandonar la política. No sé qué obsesión hay con querer apartarme", ha manifestado en una entrevista en RAC-1.

A juicio de Mas, CDC ha pagado ya un precio político: "Convergència hizo un sacrificio muy grande hace unos meses, se autoliquidó, y de allí nació un nuevo partido que está fuera de sospecha", ha añadido, tras recordar que no le duelen prendas en renunciar si considera que así debe hacerse, como cuando en 48 horas dejó la presidencia de la Generalitat y su escaño de diputado en el Parlament.

INVESTIGAR LAS ADJUDICACIONES

Respecto del juicio por el 'caso Palau' que se sigue estos días en la Ciutat de la Justícia, el 'expresident' ha insistido en que las donaciones del Palau a la Fundació Trias Fargas, vinculada a CDC, "están reconocidas desde el 2009" y que aquellos convenios de firmaron en los años 90, cuando ni él era el responsable directo del partido ni Daniel Osàcar se encargaba de las finanzas. Asimismo, ha negado vehementemente que Convergència se haya financiado ilegalmente y ha recordado que aquellas donaciones se devolvieron después de estallar el escándalo.

"Si realmente había comisiones, se deben analizar las adjudicaciones de obra pública. ¿Y sabe por qué no se analizan? Porque saben que están bien hechas", ha añadido Mas, que ha considerado que tanto a los acusados como a la fiscalía les interesa esta versión de los hechos. A Millet y Montull, que "intentan colgarle el muerto a otro", para no ir a la cárcel, y a la fiscalía, para apuntalar su "teoría". Asimismo, Mas ha vuelto a poner la mano en el fuego por Osàcar: "Entre lo que pueda decir Osàcar, persona absolutamente honorable, y lo que digan otras personas que sacaron dinero para lucrarse ellos y que ahora van a salvarse al precio que sea... yo creo a Osàcar".

De todas formas, ha dejado un resquicio para la duda al afirmar que durante los años que estuvo al frente de CDC él estuvo dedicado en cuerpo y alma a la línea política, "a ganar elecciones, a visitar el país, ponía 15 horas diarias" --"y ya tenía bastante", ha recalcado--, mientras que Osàcar se dedicaba a la administración de las finanzas.

Este mismo argumento ha utilizado cuando le han preguntado por las notas publicadas hoy en EL PERIÓDICO que ligan a Germà Gordó con adjudicaciones ilegales.

Respecto de la carta que el empresario Josep Manel Bassols, marido de la jueza Núria Bassols, le habría enviado para reclamarle un cargo público, Mas no ha confirmado ni desmentido haberla recibido. "Ya intentaré recuperar la carta, no sé qué decir", ha manifestado, al tiempo que ha defendido haber escogido a su esposa para llevar el comisionado de Transparència por su trayectoria como magistrada.

LA 'OPERACIÓN CATALUÑA'

Por último, el 'expresident' ha reafirmado su convencimiento sobre la existencia de la denominada 'operación Cataluña' y ha acusado al Estado español, en concreto al Ministerio del Interior, de diseñarla con el beneplácito de la Moncloa para "alterar los resultados electorales" en las catalanas del 2012 y en las municipales del 2015.

Y ha considerado que estas supuestas maniobras utilizadas contra él mismo y otros dirigentes de su partido, como Xavier Trias, no se han llevado a cabo contra ERC "porque no da tanto miedo". A su juicio, el PDECat es el partido "que puede dar la mayoría a favor del Estado catalán, y esto lo saben en Madrid, por eso se hizo la operación Cataluña".