No solo la fiscalía acusa a David Madí, que fue mano derecha de Artur Mas en la extinta CDC y también ocupó el cargo de secretario de comunicación del Govern en la época de CiU, de participar en una trama de facturas falsas, por lo que le reclama dos años de prisión, sino que también lo ha hecho la abogacía del Estado, que pide para él dos años y tres meses de cárcel. El juez de Barcelona que ha investigado el caso, Miguel Ángel Tabares, ha decretado la apertura de juicio para el exalto cargo de la Generalitat que, por lo tanto, se sentará en el banquillo de los acusados. La defensa debe ahora presentar su calificación. El juicio se celebrará en un juzgado penal de Barcelona.

La abogacía del Estado acusa a David Madí y a otras siete personas de fraude a Hacienda y falsedad en documento mercantil. Entre los investigados también se encuentra el empresario Juan Manuel Parra, uno de los acusados en el juicio por el saqueo del Palau de la Música en la época de Félix Millet y que reconoció que facturó al auditorio barcelonés servicios prestados a CDC, entre ellos parte de una campaña electoral. El abogado del Estado y el fiscal le reclama la misma pena que a David Madí, que siempre ha negado la comisión de un delito.

Facturación mendaz

El abogado del Estado detalla en su escrito de acusación que la empresa de un productor audiovisual, que también aparece como investigado, aunque se le pide una menor pena al haber confesado y pagado la deuda al fisco, “se sirvió de la facturación mendaz emitida por numerosas entidades” para rebajar la cuota de los impuestos que debía desembolsar. Los servicios facturados por estas empresas, según la acusación, no eran reales y generaron unos gastos falsos supuestamente deducibles. El fraude asciende a 438.000 euros

En este sentido, el escrito del abogado del Estado reseña que IKI Cat XXI y Nubul Consulting, administradas por David Madí, emitió a la empresa del productor audiovisual facturas por un importe de 165.000 euros, más 29.700 del IVA. Los indicios que apuntan a la “falsedad” de las facturas se observan, índice la acusación, no solo en la relación estrecha de Madí y el productor audiovisual acusado, sino también en los conceptos y circunstancia que las rodea.