El establecimiento del umbral exento de indemnización por despido en 180.000 euros -con lo que mantendrán la exención plena en el IRPF las indemnizaciones por despido inferiores a esa cifra- supondrá que el 99,9% de los afectados por este supuesto no tendrán que tributar. El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha adelantado hoy en Sevilla que el Gobierno elevará el umbral exento de indemnización por despido hasta 180.000 euros, "y así -según ha dicho- eliminaremos debate innecesarios y nos dedicaremos a resolver lo que realmente importa a los ciudadanos".

En un primer momento, en el anteproyecto de ley, se declaraban exentas las indemnizaciones que no superaran los 2.000 euros por año trabajado, situación por la que quedaba fuera de esta obligación el 79% de las indemnizaciones por despido.

En el proyecto de ley que se aprobará el próximo viernes ese porcentaje se elevará al 99,9%, según han precisado fuentes de Hacienda, en función de los datos de indemnizaciones por despido declarados en 2012. Estos sueldos superiores a 180.000 euros tributarán por el exceso, si bien, al tratarse de rentas obtenidas de forma irregular en el tiempo (más de dos años), la renta sujeta se reduce en un 30%.

El nuevo límite coincide con el límite regulado por despido en la Comunidad Foral de Navarra y, desde enero de 2014, la Diputación Foral de Guipúzcoa.

En cualquier caso, destacan que esta medida se adopta en un momento en el que la situación ha variado notablemente respecto a años anteriores, con una disminución de los ERE y los despidos y un incremento del número de trabajadores que se reincorporan al mercado de trabajo. Por otro lado, estas fuentes han desarrollado otro de los anuncios que ha hecho hoy en Sevilla el ministro. En concreto, se trata de la mejora del aprovechamiento de la reserva de capitalización en el Impuesto sobre Sociedades.

La reforma que prepara el Gobierno considera muy importante que las empresas no tengan que depender tanto de la financiación externa, que ha sido uno de los principales problemas durante la crisis económica, y por eso incentiva la creación de una reserva de capitalización para las empresas. Al incentivar fiscalmente la capitalización de las empresas se las ayuda a fortalecerse con fondos propios con el objetivo de que puedan financiar sus futuras inversiones y crecer.

El proyecto de ley de reforma tributaria que se aprobará el viernes en Consejo de Ministros establece como novedad (frente al borrador hecho público hasta ahora) que el límite a la compensación de las bases imponibles negativas en Sociedades se calculará sobre la base imponible existente antes de aplicar la nueva reserva de capitalización.

Esto hará posible ampliar el aprovechamiento de este incentivo fiscal al ahorro, que permite a las empresas destinar un 10% de sus beneficios a la citada reserva de capitalización, que no tributará.