El día después del debate televisivo cara a cara entre el popular Mariano Rajoy y el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba se respiraba "satisfacción" en el PP porque quedó "claro" que "hay un futuro presidente" --el primero de ellos, lógico-- "con propuestas, ideas y un planteamiento de sumar a todos para salir de la ruina en la que nos ha dejado el PSOE", aseguró ayer en Puente Genil Rafael Merino, candidato popular al Congreso. Pero como ya ocurriera con las encuestas, ni un minuto dedicaron a la autocomplacencia. Tocaba reiterar uno de los mensajes centrales de la campaña: "El PP garantiza al cien por cien la sanidad pública, universal y gratuita para todos los españoles", aseguró sin titubear el candidato al Senado Jesús Aguirre. Y garantiza, añadió, la sostenibilidad del sistema sanitario, "igual que hicimos en el 96", a base de "una buena gestión económica". Al hilo de ello, otro de los mensajes estrella: "Para nosotros la mejor política social es el empleo, y con el empleo podemos captar recursos suficientes para garantizar el servicio sanitario".

Por cierto, que Aguirre aprovechó para criticar al PSOE y a Antonio Hurtado por repartir panfletos a las puertas de un centro de salud. "Es denigrante, y lo digo como médico, que pidieran el voto en un sitio tan sagrado, sin respetar la problemática del paciente".

Y algo más. El candidato al Senado, que lamentó que el Gobierno socialista y la ministra Rosa Aguilar "hayan dado por perdida la batalla de la PAC", afirmó que será "prioritario" para el PP defender en Bruselas los intereses de los agricultores.