Una de las apuestas del nuevo equipo rectoral, a cuyo frente está José Carlos Gómez Villamandos, es mejorar la empleabilidad de los egresados, no sólo por lo que de importancia tiene en los tiempos actuales con tasas de desempleo históricas, sino también como respuesta a uno de sus objetivos fundamentales: la transferencia de conocimiento a la sociedad. Ya lo anunció en su discurso de apertura del actual curso académico, "no se puede hacer innovación y transferencia de espaldas a las prácticas que nuestros alumnos realizan en empresas e instituciones. La presencia de nuestro alumnado en ellas debe ser el germen, el primer paso, para una mayor y correcta interacción con el sistema productivo".

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En este sentido, el primer paso que dará el equipo de gobierno será la creación, este trimestre, de la Oficina de Prácticas en Empresa y Empleabilidad, un ente que pondrá en contacto el perfil de los alumnos, con la realidad de la demanda empresarial. Y es que, según el informe del Observatorio de Innovación en el Empleo (OIE) sobre Jóvenes y el mercado laboral: el camino del aula a la empresa casi la mitad de las empresas encuestadas no encuentra el perfil que busca entre los recién titulados y el 60 por ciento opina que la formación de los estudiantes es incompleta. Es por ello que se pondrá el acento en la adquisición de las conocidas como competencias transversales, capacidades o habilidades que los egresados deben desarrollar (liderazgo, trabajo en equipo, resolución de conflictos) y que se suman a los conocimientos específicos de su titulación y en un momento dado, pueden diferenciarlos del resto de candidatos a un puesto de trabajo. A este respecto, el presidente ejecutivo de Fundecor, Librado Carrasco, ya explicó en una reciente entrevista a este periódico que a partir de ahora las prácticas que realicen los alumnos de la UCO irán acompañadas de una certificación en competencias, que garantice una formación extra en este ámbito.

Porque, en el mismo estudio de la OIE, los universitarios reconocen, en un elevado porcentaje que ronda el 80 por ciento, no haberse formado lo suficiente en cuestiones relacionadas directamente con el mercado laboral como la elaboración de un currículum vitae, carta de presentación, entrevistas de trabajo, dinámicas de grupo y selección de personal o test psicotécnicos. En un porcentaje similar, del 78 por ciento, los encuestados considera que no reciben buena formación en las prácticas que realizan en las empresas.

VUELTA DE TUERCA Desde el Consejo de Estudiantes de la UCO, su presidenta, Alejandra López de Sagredo asegura que también intentarán demandar a Fundecor una ampliación en la oferta de prácticas y la inserción laboral de los estudiantes. Sin embargo, considera que en el marco del Espacio Europeo de Educación Superior poco a poco se están trabajando las competencias en las aulas, requisito indispensable para marcar la diferencia con el antiguo esquema de clases magistrales, si bien es cierto que "hay algunas materias en las que se consigue y en otras no. Ahí la UCO tiene que hacer hincapié pues se trata de promover una especialización y dar una visión que hasta ahora no había tenido cabida en las aulas", apunta la representante estudiantil.

No en vano, López de Sagredo se muestra optimista respecto a la inserción laboral de los egresados de la UCO pues "al fin y al cabo los puestos de trabajo a los que acceden no son malos -subraya-. Soy optimista y se lo intento transmitir a los estudiantes que quieren más de lo que les ofrecen las aulas, la UCO tiene muchas vías para adquirir esas competencias".

Los últimos datos de inserción laboral con los que cuenta la Universidad de Córdoba, correspondientes al curso 2011-2012 hablan de una cifra de empleabilidad de los egresados del 39 por ciento, cuatro puntos por debajo del curso anterior, de los cuales el 66,83 por ciento estaba realizando una labor con cualificación menor a la requerida y adquirida en su titulación.