José Carlos Romero Bonilla comienza su labor docente en 1996. Creció como maestro durante 13 años en el colegio Nuestra Señora de Villaviciosa y desde 2012 trabaja en el colegio Alcalde Jiménez Ruiz como profesor de Educación Física y jefe de Estudios.

-¿Qué valores aporta la E.F. para el futuro de los niños?

-La Educación Física se ve impregnada de valores. Sin duda marcará el futuro de nuestros niños: trabajo en equipo, salud e higiene corporal, deportividad, habilidades sociales, control emocional... quizá haya quién piense en este área como precursora de la competitividad, pero no es cierto. Los docentes trabajamos para fomentar los valores anteriores. La competición ayuda a la superación, pero debe ser sana.

-Muchos la siguen considerando la asignatura ‘fácil’, ¿está la E.F. poco valorada?

-Creo que con el paso de los años está adquiriendo el valor que se merece, pero aún es insuficiente. El término de asignatura fácil es relativo. Los niños aprenden cuando están motivados, ¿y qué más motivación que el juego? Esta es la base de nuestra asignatura. Cuando hay diversión hay aprendizaje.

-¿Considera suficientes las horas de esta asignatura que se imparten en los centros?

-Bajo mi punto de vista como maestro, rotundamente no. La nueva ley garantiza un mínimo de dos sesiones de 45 minutos en Primaria y los centros dentro de su autonomía pueden incrementar la carga en función de las horas de libre configuración. Para evitar el debate interno en cada colegio, la administración debería incrementar a un mínimo de tres sesiones. Creo que está más que demostrado que el E.F. contribuye enormemente a la educación integral del alumno.

-La obesidad infantil es un tema muy preocupante, ¿qué mensaje enviaría?

-Como padre entiendo que hoy en día tenemos poco tiempo para meternos en la cocina. Aún así, debemos hacer un esfuerzo por nuestros hijos, en nuestras manos está su salud a medio y largo plazo. La actividad física moderada y una dieta equilibrada, aumentando el consumo de fruta y verdura, una hidratación correcta y evitando el exceso de grasas y dulces ayudaría a reducir la obesidad infantil. También decir que los niños tienden a imitar a sus padres, por lo que dar ejemplo es primordial.

-¿Considera que se puede luchar contra la obesidad infantil desde el aula?

-Por supuesto que sí. La administración educativa pone a disposición de los centros un programa educativo llamado Creciendo en Salud. Me consta que la mayoría de los colegios públicos se inscriben año tras año. En el mío son bastantes las actividades que desarrollamos: charlas sobre la dieta equilibrada y el ejercicio físico, el Día del Fruto Seco, el concurso de Fruta Creativa, las clases de yoga para contrarrestar la ansiedad, el Día Semanal de la Fruta y el Plan de Consumo de Fruta. Además también nos inscribimos en programas del Ayuntamiento relacionados con la actividad física.