La profesora Julia López Rojas figura este año entre los premiados por la Junta de Andalucía en Córdoba con motivo del 28 de febrero, Día de Andalucía. La Junta quiere reconocer con estos premios el especial trabajo que personas y entidades llevan a cabo para la mejora y promoción de la comunidad, o para la defensa de Andalucía.

Julia López ha dedicado más de 40 años a la educación, como maestra, primero, y más tarde como orientadora especialista en la atención al alumnado con dificultades. "Ejemplo de lo que es la defensa de la educación integradora y de calidad, siempre ha defendido la escolarización en los centros del alumnado con trastornos graves de la conducta proponiendo iniciativas innovadoras muy bien valoradas por los centros educativos, las familias y el resto de los profesionales de la orientación", ha señalado en una nota la delegada del Gobierno Andaluz en Córdoba, Isabel Ambrosio.

Julia López comenzó su actividad docente en 1973 como maestra de EGB y, a partir de 1979, como maestra de Infantil en diversos colegios de Infantil y Primaria. Desde 1990, ocupó puesto de orientadora en el Equipo de Orientación Educativa de Montilla, hasta el año 2005 que fue designada coordinadora del Area de Atención a las Necesidades Educativas Especiales del Equipo Técnico Provincial de Orientación Educativa y Profesional. En el curso 2008/09 ocupó el puesto de especialista en Trastornos graves de conducta y TDAH del Equipo de Orientación Educativa Especializado.

En sus puestos de gestión siempre ha procurado una justa distribución de los recursos humanos y económicos con el fin de mejorar la atención al alumnado de Necesidades Educativas Especiales, realizando propuestas innovadoras que han propiciado una respuesta adecuada a este alumnado.

Para la profesora este premio ha supuesto "una gran satisfacción por el reconocimiento que se hace a mi trabajo para atender a niños que presentan trastornos graves de conducta y trastornos por déficit de atención e hiperactividad. Es un privilegio porque se hace visible la labor de los departamentos de orientación procurando la normalización de estos alumnos en los centros".

Según Julia López estos alumnos pueden ser detectados a través de tres sectores diferentes. "A través del profesor, que es lo más habitual, pues son chicos que se mueven mucho, que contestan, que no atienden a las normas". A veces, son los padres los que detectan este trastorno en los hijos y, en otras ocasiones, los servicios de salud de pediatría, "pero fundamentalmente suele hacerlo el profesor", señala. Los padres, cuando entiendan que tienen un hijo que presenta un trastorno de este tipo "deberían ponerse en contacto con el profesor para comprobar si este tipo de incumplimiento de normas también ocurre en el contexto escolar, ya que solo podemos hablar de categoría de trastorno cuando este comportamiento se da en más de un contexto".

La profesora piensa que "todavía hay que generar cultura de inclusión de los alumnos con Necesidades Educativas Especiales en los centros educativos, pero se ha avanzado muchísimo desde 1990 hasta la actualidad", concluye.