Maribel García es una maestra jubilada que ha dedicado su vida a docencia. Ha pasado por distintos centros, comenzando por una escuela de Posadas, Ochavillo del Río, el colegio La Aduana, el IES Nuevas Poblaciones y el IES Luis de Góngora, donde fue directora hasta su jubilación en 2013, cuándo una vista atrás le recordaba 43 años de docencia.

-El mes pasado el IES Santa Catalina de Siena le rendía homenaje ¿que supone para usted este reconocimiento?

-Ha sido muy especial. He entregado 43 años de mi vida a la docencia y me sigo considerando docente, por tanto el contacto con los centros educativos y el alumnado es siempre un enorme placer. Es muy bonito que partiera del centro en donde comencé mi formación. Hoy hay profesores en este instituto que fueron alumnos mios en EGB y esto es precioso, alumnos que se convirtieron en compañeros.

-¿En que consistió la conferencia que compartió con el alumnado en su acto de homenaje?

-Mi intervención tuvo dos objetivos: por una parte transmitir la importancia de la formación y que con esfuerzo, perserverancia e ilusión se consigue llegar a donde se quiera. La segunda parte fue hablarles de la importancia de la Historia y lo interesante que es hacerla, la investigación. Este año se conmemora el 250 aniversario de la promulgación del Fuero de las Nuevas Poblaciones. El estudio de Fuente Palmera fue mi primer libro y les hablé de la importancia de esta colonización de Carlos III.

-¿Qué papel juega Felipe II en su vida?

-Después de la docencia, mi pasión es la investigación histórica. Tras el estudio de Fuente Palmera me propuse hacer la tesis doctoral y elegí un periodo que fue estelar en la historia de España, el reinado de Felipe II.

-¿Que supuso para usted su etapa el IES Góngora?

-Fue una etapa fantástica. Al conseguir entrar en el IES Góngora me consideré privilegiada y no me defraudó en absoluto; cada alumnado tiene unas características diferentes pero también muchas comunes y el del Góngora también me encantó. Allí respiraba la historia que desde 1847 se ha ido fraguando. Por eso, además de dar mis clases me dediqué a organizar su archivo.

-Ahondando más en su historia, si le nombro a Ochavillo del Río, ¿qué le sugiere?

-Fue mi primer destino definitivo como maestra, tras el Colegio de La Salud de Posadas del que guardo un grandísimo recuerdo. Llegué con 20 años a una aldea a través un camino sin asfaltar, pero encontré un calor humano impresionante. Unas bancas corridas antiquísimas, pero una gente entreñable. Unas familias que no tenían la formación que querían para sus hijos y que la confiaban a una joven maestra que venía todos los días de Córdoba.