Mª José Priego comenzó el año aterrizando en la presidencia de FAPA Ágora tras cuatro años en la federación. Si le concedieran un deseo para el próximo curso sería la derogación de la Lomce.

-Finaliza su primer curso como presidenta de FAPA Ágora, ¿se han cumplido sus expectativas?

-Se están cumpliendo. El movimiento asociativo es un proceso dinámico en el que, sin terminar de cumplir unos objetivos, ya estás preparando otros.

-¿Cuáles son esos objetivos?

-Al igual que en los 35 años que esta federación lleva en marcha, defender la educación pública, la participación de las familias en y continuar con la formación.

-¿Qué logros pueden destacar de este curso académico?

-Hemos organizado diversas jornadas formativas en las que se ha visto incrementada la presencia de familias. En colaboración con la UCO, se ha ofrecido a las familias información acerca de las salidas profesionales del alumnado. Y se ha cambiado el modelo del encuentro de AMPAs por la escuela pública, centrándonos en poner en valor el trabajo que realizamos en las AMPAs en los centros docentes, lo que ha resultado una experiencia interesante.

-¿Cuáles son las mayores carencias con las que se han encontrado?

-Las carencias se derivan de la nueva ley de educación, desigualitaria, en la que la participación de las familias ha perdido su fuerza, y la limitación para obtener becas y las reválidas van dejando a nuestros estudiantes a un lado si no superan una calificación.

-¿De qué manera ha marcado la Lomce este año?

-Ha sido un año duro para alumnado y familias. Por ejemplo, la implantación de evaluaciones finales en 6º de Primaria, 4ºESO y 2º de Bachillerato, a pocos meses vista de realizarse generó gran confusión. Esto no implica que se hayan eliminado las reválidas, estrategia para apartar del camino a alumnado con distintas capacidades o discriminarlo por falta de economía. Esto se traduce en falta de equidad e igualdad.

-Con qué término nos quedamos, ¿padres y madres o personas guardadoras?

-Por supuesto, personas guardadoras. La sociedad ha cambiado y con ello el modelo tradicional de familia. Hay muchos niños y niñas con circunstancias distintas y hay que adaptar el lenguaje a esas circunstancias.

-Pongámos nota a la implicación de las familias, ¿aprueban o mandamos deberes para verano?

-Tomaré como base el sistema de calificación de la Logse porque es el que más se adecúa: la implicación de las familias progresa adecuadamente.