Los colegios e institutos de esta parte de la capital cordobesa, un total de nueve, son los que mayor índice de absentismo y abandono escolar temprano presentan. Cinco de ellos, además, son de atención educativa preferente por las características que tienen de grave problemática tanto en el entorno, como en la familia y el propio alumnado. Estas circunstancias hacen que se ponga especial atención en la aplicación de medidas que compensen el desfase curricular de unos alumnos y alumnas que se encuentran en situación de desventaja socioeducativa. Con ellos se trabaja desde hace 15 años para facilitar su integración escolar y se les ofrecen actividades complementarias, extraescolares y de cultivo de la convivencia. Según explica Juana Zamora, coordinadora del equipo técnico de Absentismo Escolar Moreras, «el porcentaje de estas faltas de asistencia en estos centros educativos varía mucho de un año a otro y además es muy intermitente». Si bien es cierto que desde el curso 2009/2010 se ha conseguido mantener el índice de absentismo por debajo del 1%, «debemos seguir trabajando no solo en la prevención de esta problemática sino también en el control de todas las actuaciones realizadas en los centros de la zona, de manera que no volvamos a los orígenes de nuestra intervención», aclara Zamora.

El IES López Neyra acoge hoy una jornada intercentros para celebrar el 15º aniversario del programa, con actuaciones musicales y teatrales por parte de los alumnos de los distintos centros. Según el equipo técnico, hay una serie de factores comunes de la mayoría de familias que presentan problemas de absentismo en esta zona que abarca las barriadas de Parque Figueroa, Moreras, Margaritas, Noreña y Sagrada Familia. Entre otras, se cuenta la desestructuración familiar, el analfabetismo, graves problemas laborales y económicos, falta de hábitos higiénicos sanitarios, drogodependencias, ausencia de referentes positivos y de pautas educativas en el seno familiar y entorno social, escasa motivación por el ámbito escolar o problemas de agresividad. Todo ello tiene su reflejo en aspectos psicológicos de los menores como bajo nivel de asimilación de normas sociales, reducida tolerancia a la frustración, deterioro general de los procesos cognitivos, nivel de agresividad superior a la media de otros grupos de su misma edad, bajo nivel de autoestima, elevada tasa de trastornos del aprendizaje en la lecto-escritura o frecuente adopción de posiciones abúlicas y apáticas. Para Juana Zamora, «es fundamental impulsar actuaciones que favorezcan la concienciación de las familias del alumnado absentista sobre la escolarización».