Existen unas medidas generales para la conservación de una especie en peligro de extinción. El primer paso es proteger el hábitat y declarar en reserva las zonas que sean reducto de la especie. En el caso del fartet, se han declarado los pequeños arroyos donde habita la especie Lugares de Interés Comunitario (LIC), dentro de la Red Natura 2000. También hay que llevar a cabo un programa de mejora de hábitats. En este sentido, están trabajando en la recuperación de las riberas, su vegetación característica evitando el uso de pesticidas en las tierras colindantes.

La cría en cautividad, como se está intentando con el lince, es otra de las medidas importantes en el proceso. Con ella, se contribuye al aumento del número de individuos. Se debe, además, desarrollar un seguimiento adecuado para analizar la evolución, los logros y deficiencias. El grupo cordobés está estudiando el problema de la Malvasía, una especie de pato a punto de extinguirse. Uno de los últimos reductos se encuentra en la laguna de Zóñar, en Aguilar de la Frontera. Por accidente o de forma intencionada se introdujeron carpas en las aguas de la laguna. Esta especie exótica de pez afectó sobre la fauna autóctona de manera negativa desequilibrando el ecosistema. Se reprodujeron rápidamente y en cantidad, consumiendo gran parte del alimento existente. Esto provocó la muerte de mucha aves, como la Malvasía. Más información científica en www.andaluciainvestiga.com.