El pasado lunes 11 de noviembre se celebró en el CEIP Al-Andalus la fiesta de Sankt Martin. Este centro cordobés es el primero, y de momento el único en Primaria, que ofrece enseñanza bilingüe en alemán en la provincia de Córdoba. Este curso se cumplen cuatro años desde que se implantó y cada vez es mayor la presencia que tienen la lengua y la cultura alemanas en el colegio. Es tradición en Alemania que el día 11 de noviembre, día de Sankt Martín, salgan los niños y niñas provistos de sus farolillos por la calle cantando las canciones que recuerdan a Sankt Martin. Según el director del colegio, Lucas Muñoz, la figura de este personaje "encarna una serie de valores con los que la comunidad educativa del centro está seriamente comprometida: la generosidad, la empatía y la ayuda al más necesitado".

Para celebrar esta festividad alemana, a los alumnos y alumnas se les explicó en las semanas previas, a través de trabajos y canciones, la figura de este santo. Además, los alumnos elaboraron en clase su propio farolillo para lucirlo con su vela el día señalado. De esta manera, los niños y niñas, acompañados de sus padres, hicieron un recorrido alrededor del colegio cantando las canciones aprendidas en clase. En el sur de Alemania hoy en día se suele empezar la celebración en los centros de educación preescolar o Kindergarten con una misa especial para familias sobre San Martín. A continuación, los niños y los padres pasean por el barrio cantando con sus farolillos. Días antes, los padres se reunen en el Kindergarten con sus hijos para hacer el farolillo. En otras partes del país, se hace el paseo siguiendo a San Martín sentado a caballo y, al final del recorrido, se comen panes de dulce con pasas.

Cuenta la leyenda que en una noche muy fría el soldado romano Martín montado en su caballo se acercó a un mendigo que estaba tiritando. El pobre hombre estaba sentado en la nieve y no tenía ropa de abrigo. El mendigo miró a Martín y suplicó ayuda. San Martín partió, lleno de compasión, con su espada, su manto en dos partes. Una mitad se la dio al pobre hombre y de este modo le salvó la vida. Cuando el mendigo quería darle las gracias, Martin se alejó con su parte de la capa. Según Lucas Muñoz, ésta es una manera de hacer visible la presencia que tienen las tradiciones alemanas en el centro. "Aquí no solo se estudia la lengua alemana, sino también las tradiciones y costumbres de este país", afirma. "Tenemos un profesorado bastante cualificado a nivel de alemán y que también está muy comprometido con todas las actividades que se realizan". Además, "ya hay alumnos de 4º de Primaria que tienen un buen nivel de alemán y una buena pronunciación", señala el director.