Varios estudios demuestran que cuando un chico tiene problemas, a quien primero acude a consultarlos o en busca de solución es a un igual, a alguien de su entorno de edad a quien les resulten más cercanos. Es por eso que la figura del alumnado ayudante, o ayuda entre iguales, cada vez está siendo instaurada en más centros de la provincia, con el objetivo de detectar problemas y ayudar a solucionarnos, bien directamente, o bien como mediadores con profesionales que puedan brindarle esta ayuda. En este sentido, en Córdoba son ya 37 institutos de toda la provincia los que utilizan la mediación en la escuela para mejorar la convivencia, que en todos los casos es lo que se persigue.

Porque, como explica Esperanza Zamorano, de La Espiral Educativa, cooperativa que se encarga de dar formación en este asunto en colaboración con la Delegación Territorial de Educación en Córdoba, los diferentes ámbitos de actuación de estos chavales: ayuda académica, resolución de conflictos, actividades deportivas, ciberayudantes, promotores de asociacionismo o de prácticas saludables, por citar los más comunes, al final tienen un único objetivo y es el de mejorar las relaciones en el centro.

CON GANAS DE AYUDAR Pero, ¿cómo se llega a ser alumno ayudante? De ello sabe mucho Lourdes Baena, responsable del Departamento de Convivencia del IES Averroes, uno de los institutos pioneros en instaurar esta figura hace ya una década. Según explica Baena, lo esencial es que los alumnos que estén interesados de manera voluntaria en desempeñar este papel, se presenten a sus compañeros y sean ellos quienes elijan a quienes consideren que reúnen las mejores dotes para ejercerlo.

"Muchas veces un alumno primero puede ser ayudado y después puede convertirse en ayudante", apunta la profesora, a lo que Zamorano añade que es fundamental que sus compañeros tengan confianza en ellos, ya que en casos de acoso, desarreglos alimenticios e incluso violencia de género, les harán participes de una parte importante de su intimidad. A pesar de esto, desde La Espiral Educativa aseguran que en algunos centros, los chavales son elegidos en base a sus expedientes académicos o su buen comportamiento, directamente por los profesores, aunque esto no sea lo más adecuado para el éxito del programa.

Hay que tener en cuenta, que estos chicos no solo contribuyen a mejorar su entorno, sino que sus actuaciones también repercuten en su propia autoestima, como destaca Esperanza Zamorano, por lo que los beneficios se dejan notar en ambas direcciones. A este respecto, también para las familias, subraya Lourdes Baena, supone un orgullo que sus hijos ejerzan esta labor, es por ello que en el IES Averroes, cada curso, se desarrolla un acto de reconocimiento al alumnado que ha trabajado en estas lides.

LA FORMACION Una vez que son elegidos como tales, los futuros alumnos ayudantes reciben formación en aquellos ámbitos que el centro decida que van a actuar, porque serán precisamente las necesidades de los diferentes institutos las que hagan que se trabaje de un modo u otro. Precisamente, La Espiral Educativa comenzó hace seis años coordinando los encuentros de mediación que se celebran en Córdoba y pronto se dieron cuenta de que había determinados valores para potenciar al margen de la convivencia. De este modo, cuestiones relaciones con la sexualidad, la nutrición, las drogas, la escucha activa o la interculturalidad se ponen de relieve en los dos encuentros provinciales que hay, cada año, así como en diferentes talleres que los centros realizan para forman a sus estudiantes.

Baena además de coordinar el Departamento de Convivencia del IES Averrores, actúa también como formadora de estos alumnos, y a asesorado a varios centros en la puesta en marcha del programa. Aunque por lo general quienes participan de estas acciones son alumnos de 3º y 4º de la ESO, en el IES Averroes cada curso tiene sus ayudantes referentes "los tenemos de todos los tipos", indica Baena, desde el que ayuda con el inglés al compañero que no puede pagarse unas clases, hasta el que está pendiente de orientar a los que han llegado nuevos.

Y es que para esta figura de mediación los únicos límites están en su solidaridad, pequeños héroes diarios que mejoran el día a día en las escuelas.