Un total de 15.000 pasajeros de Vueling (14.300, según confirmó la compañía) se vieron afectados el lunes por las cancelaciones que se produjeron en vuelos de esta compañía. La aerolínea atribuyó la situación a la tormenta que dejó paralizado el aeropuerto de Barcelona durante 45 minutos, aunque fuentes de Aena señalaron que en ningún momento se cerraron las instalaciones. Como consecuencia de la tormenta se produjo reducción de frecuencias a lo largo de la mañana, «por razones de seguridad».

Pero lo cierto es que la aerolínea acabó cancelando 86 vuelos de su operativa diaria, 29 de ellos, en el aeropuerto de El Prat, donde directamente se vieron afectadas 5.000 personas, que no pudieron volar. Eso sin contar los múltiples retrasos que se registraron durante la jornada. La tormenta se trasladó posteriormente hacia el norte, por lo que se vieron también implicados otros aeropuertos donde opera la aerolínea del grupo IAG. Según fuentes aeroportuarias los problemas solo produjeron cancelaciones de Vueling, mientras que otras compañías no suspendieron vuelos. Lo que plantea si estamos ante un nuevo caso Vueling, como en el 2016, o el problema es la operativa aeroportuaria.

La compañía tuvo que contratar plazas en unos 1.000 hoteles, tanto del aérea de Barcelona como de otros lugares desde los que tenían que volar sus pasajeros. La mayor afectación se produjo en El Prat, donde tiene alrededor del 40% de sus operaciones, y es la primera aerolínea en cuanto a la operativa de esa infraestructura. Vueling opera a diario unos 750 vuelos, lo que significa que más de 100.000 personas viajan en cada jornada con esta aerolínea. La afectación del lunes tuvo impacto en alrededor del 10% de sus pasajeros diarios.

Pero el problema aún está lejos de solucionarse, ya que la mayoría de los clientes que no pudieron volar tuvieron que hacerlo ayer o lo harán hoy. Se espera que el 78% de los reubicados puedan viajar dentro de este plazo. El resto no podrá volar antes de mañana.

Algunos afectados han denunciado que anoche se quedaron en tierra tras cancelarse su vuelo de Londres a Barcelona. En las últimas semanas se han producido muchas quejas de usuarios que denuncian las demoras sufridas en sus vuelos, en especial los de Vueling, aunque también de otras compañías.

IMPUNTUALIDAD / La compañía atribuye la mayoría de las cancelaciones a los retrasos acumulados por la operativa del aeropuerto de Barcelona, que en junio volvió a ser la infraestructura que acumula más demoras de todos los aeropuertos supervisados por Eurocontrol, como ya ocurrió en el mes de mayo. En ese periodo, los mayores contratiempos se dieron por las huelgas de los controladores del aeropuerto galo de Marsella y por las condiciones del tiempo. Sin embargo, en junio, no ha habido huelgas en Marsella y las condiciones meteorológicas han mejorado. Según Eurocontrol, una parte significativa de los retrasos son atribuibles a «airport events (circunstancias del aeropuerto)», según refleja el informe del organismo de control.