La típica duda a la hora de comprar un coche entre gasolina y gasóleo tiene ahora más sentido. Los compradores se están decantando cada vez más por vehículos con motores de gasolina y eléctricos e híbridos, hasta el punto de que el anteriormente todopoderoso diésel se ha desplomado hasta el nivel más bajo en 15 años.

Las matriculaciones de turismos nuevos en abril mostraban que los coches equipados con motor diésel representaban el 56,5%, la cifra más baja desde el 2001, cuando la cuota de mercado de las ventas de vehículos de gasóleo era del 52,5%. De la misma manera que hace 15 años las matriculaciones de coches con motores de gasóleo crecían como la espuma, ahora se está registrando una tendencia a la inversa de caída acelerada en los últimos meses.

Desde el inicio del 2016, el peso del diésel ha retrocedido 4,8 puntos al pasar del 61,3% de enero al 56,5% de abril, con una media de los cuatro meses del 57,8%. En cambio, la gasolina ha ganado 5,4 puntos y representa ya el 41,1% de las matriculaciones. Los coches híbridos y eléctricos son los que avanzan con más rapidez, aunque todavía tienen una cuota minoritaria del 2,5%.

EFECTOS DEL 'DIESELGATE'

¿El desplome del gasóleo se debe al 'dieselgate'? Los fabricantes de vehículos intentan quitar hierro a los efectos del escándalo de la manipulación de motores diésel de Volkswagen en la imagen del gasóleo, que en los últimos años fue encumbrado como la mejor tecnología para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y el consumo de carburante. Un cambio brusco en las preferencias de los consumidores obligaría a las marcas a reajustar sus fábricas de motores a toda velocidad, algo que quieren evitar.

Por ello, las multinacionales del automóvil subrayan que en los últimos años ya existía una tendencia de fondo de redución del peso del gasóleo. En España esa tendencia a la baja empezó durante esta década después de alcanzar un máximo de cuota del diésel del 70,6% en el 2010.

Los fabricantes se resisten a desahuciar el diésel, para el que todavía ven una larga vida. El presidente de Volkswagen, Matthias Müller, aseguraba hace unos días que seguirá apostando por los motores diésel y de gasolina al mismo tiempo que refuerza sus planes para desarrollar los coches eléctricos e híbridos en su gama.

El presidente de la alianza Renault-Nissan, Carlos Ghosn, recordaba en el Salón del Automóvil de Pekín que el auge del diésel fue impulsado también por los gobiernos europeos mediante la fiscalidad. Al instaurar un sistema fiscal para los vehículos basado en los niveles de CO2, los motores de gasóleo se convirtieron en la tecnología más asequible para reducir las emisiones y, en consecuencia, pagar menos impuestos.

MÁS ELÉCTRICOS E HÍBRIDOS

España es uno de los países donde más ha triunfado el gasóleo en la Unión Europea, en la que la media de penetración del diésel era del 52,1% en el 2015. El récord lo tienen Irlanda y Luxemburgo, con más de un 70% de matriculaciones con motores de gasóleo, frente a una cuota que ronda el 30% en los países nórdicos.

Países como Noruega se han convertido en el paraíso de los coches híbridos y eléctricos. En España, las ventas de estos coches limpios crecieron un 187% y llegaron a las 1.534 unidades. Para la Asociación de Fabricantes de Automóviles (Anfac), aunque la mayor parte del mercado sigue dominada por el gasóleo y la gasolina, "la tendencia es que las configuraciones alternativas ganen terreno a las tradicionales".