Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea han acordado crear una lista única de paraísos fiscales y de medidas para combatirlos, en lugar de continuar con las 28 listas nacionales y distintos esquemas de sanciones con que trabajan hasta ahora. Es una de las medidas de lucha contra el fraude fiscal que acordaron durante la reunión del Ecofin que mantuvieron ayer en Amsterdam, dentro de un paquete de iniciativas con las que pretenden reaccionar al escándalo internacional provocado por los llamados papeles de Panamá .

Todos los miembros de la UE han decidido también sumarse al pacto alcanzado hace unos días por los cinco grandes países del continente (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España) para lanzar un sistema automatizado de intercambio de información sobre la propiedad efectiva de sociedades, estructuras fiduciarias, sociedades instrumentales y otras entidades no transparentes. Los 28 compartirán la identidad real de los propietarios de estas firmas fiscalmente opacas.

El vicepresidente de la Comisión para el Euro, Valdis Dombrovskis, aseguró que la lista de paraísos fiscales estará lista "muy pronto" (probablemente para finales de verano) y defendió que servirá para demostrar el "liderazgo" de la UE en la lucha contra el fraude fiscal. Jeroen Dijsselbloem, ministro de Finanzas de Holanda (país que ocupa la presidencia de turno de la UE), explicó que el Ecofin también ha encargado a la Comisión Europea una propuesta legislativa para penalizar a los bancos y asesores fiscales que ayudan a sus clientes a esconder el dinero en paraísos fiscales, entre otras medidas normativas. Asimismo, instó a todos los países del mundo, "incluido Panamá", a aplicar las normas de transparencia e intercambio de información de la OCDE.

Los ministros, por otra parte, aplazaron hasta junio la discusión sobre si limitar el riesgo soberano en los bancos, es decir, si poner topes o penalizaciones a la deuda pública de los estados que pueden tener en sus balances. Dijsselbloem se limitó a afirmar que hubo una "discusión muy abierta" sobre cómo avanzar "en paralelo" en "reducir y compartir riesgos".

La cuestión central es la creación del fondo de garantía de depósitos europeo, la tercera pata de la Unión Bancaria tras la creación de los mecanismos de supervisión y reestructuración únicos, que debe asegurar a nivel europeo 100.000 euros por depositante y entidad, como ahora hacen los fondos nacionales. El problema es que Alemania ve en ello una cierta mutualización de riesgos (es decir, que le tocaría asumir riesgos de países fiscalmente menos estrictos) y quiere imponer por ello que los bancos tengan menos deuda pública. Para ello ha contado con el apoyo habitual de Holanda.

OPCIONES DE LA UE Desde la presidencia de turno de la UE, ha preparado un documento de trabajo con cinco opciones: dejar las cosas como están; reforzar la supervisión y transparencia de las carteras de deuda soberana de los bancos; obligar a los bancos a hacer provisiones ante posibles impagos de esa deuda (ahora no tienen que hacerla); limitar la cantidad de títulos públicos que puede tener cada entidad; u obligar a ponderar por riesgo la deuda a partir de cierto nivel, lo que obligaría a los bancos a tener más capital.