Elon Musk prosigue con su idea de globalización de la marca Tesla y por ello acaba de firmar hoy mismo un acuerdo con el gobierno de Shanghai (China) para construir una fábrica que permita rivalizar con la única que tiene la marca de coches eléctricos en Freemont (California, Estados Unidos).

La nueva planta tendrá una capacidad de producción de 500.000 coches anuales y su entrada en funcionamiento está prevista para 2020. Según el acuerdo, la marca norteamericana de vehículos eléctricos construirá una factoría que integrará funciones de investigación y desarrollo y de fabricación y ventas. La planta estará ubicada cerca del puerto Yangshan de Shanghai y será el mayor proyecto de fabricación extranjero en la historia del centro financiero chino, según apuntan fuentes chinas.

Los Tesla han subido un 70%

Con esta nuava fábrica fuera de Estados Unidos, Musk quiere evitar caer en un gran problema por culpa de los impuestos fijados por China a los productos americanos tras la disputa arancelaria con Donald Trump. En la espiral en la que nos encontramos, el gobierno chino impuso una tasa del 40% a los vehículos importados de Estados Unidos, por lo que Tesla se vio obligada a subir el precio de sus modelos en China más de un 70%, unos 30.000 dólares más (unos 25.500 euros adicionales).

El pasado mes de mayo, Tesla ya registró una nueva compañía (Tesla-Shanghai Co Ltd) en Shanghai con el objetivo de fabricar vehículos eléctricos en China una vez que el país asiático elimine las normas que limitan la participación de empresas extranjeras en la producción de vehículos propulsados por nuevas energías. Con la nueva fábrica que empezará a construirse a finales de este año se espera que Tesla pueda capitalizar la tecnología eléctrica en el segmento premium. La marca vendió el pasado año 14.779 vehículos en el mercado chino.

La producción de la nueva planta estaría destinada a un nuevo Model3 con carrocería sedán (muy apreciada en China), además del SUV Model Y. La marca se plantea también ofrecer producción a los modelos X y S que actualmente tendrían que pagar fuertes impuestos de entrada. Con la fábrica de Shanghai se eliminarían también los costes de transporte marítimo actuales y se daría entrada a las baterías que se producen en China. Actualmente Tesla se nutre de la gran fábrica de baterías que tiene en Nevada (Estados Unidos).