El salario mínimo ha subido en España desde 2008 el 8 %, hasta alcanzar este año los 757 euros mensuales (cifra que incluye catorce pagas), y ya es el noveno más elevado de los 22 países de la Unión Europea (UE) en los que este concepto está recogido en la ley.

Según los últimos datos facilitados por Eurostat, la oficina estadística comunitaria, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), cuya cuantía fija el Gobierno, ha aumentado en España los últimos siete años de manera gradual, desde 700 euros a 757 euros.

Luxemburgo sigue siendo el Estado miembro de la UE con el salario mínimo más alto, 1.923 euros, seguido de Bélgica y Holanda (ambos, 1.502), Alemania (1.473), Irlanda (1.462), Francia (1.458), el Reino Unido (1.379), y Eslovenia (791).

En el extremo contrario se sitúan Bulgaria, donde la paga mínima es de 184 euros, y Rumanía, con 218 euros.

En Dinamarca, Italia, Chipre, Austria, Finlandia y Suecia el salario mínimo no está fijado por ley.

Medido en paridad del poder de compra -un método que evita las distorsiones por la diferencia del nivel de precios-, España se sitúa en décimo lugar, al ser superada Hungría, donde el salario mínimo es de 333 euros, pero cuyo nivel de precios es más bajo que el español.