La parte variable de las retribuciones en el mundo laboral es la que más incidencia tiene a la hora de determinar la brecha salarial entre hombres y mujeres, que en España se encuentra en torno al 20%. Esto significa que se mantiene el principio de la negociación colectiva de que a igual trabajo le corresponde igual salario pero que las empresas tienen incentivos al margen de lo pactado en los convenios que se dirigen sobre todo a los hombres. Esta diferencia junto con el escaso acceso de las mujeres a puestos directivos y el desigual reparto de las tareas domésticas, marcan las diferencias entre mujeres y hombres en el mercado laboral español, según un informe del centro de estudios Fedea, elaborado por José Ignacio Conde-Ruiz e Ignacio Marra.

La brecha salarial se puede reducir con el paso del tiempo solo en parte fija de las retribuciones pero con la edad las diferencias en la pate variable se amplifican, lo cual influye también en la competitividad no solo de género sino en las propias empresas. Los autores el estudio destacan la falta de estímulos que los empleadores ofrecen a las mujeres para no desperdiciar el capital humano que supone contar con una mejor formación y señalan que si una mujeres constata que no va a ganar tanto como un hombre, decide no esforzarse tanto.

MÁS NIVEL EDUCATIVO

En los últimos 30 años, la incorporación de las mujeres al trabajo ha dado un salto de gigante impulsado por el aumento de su nivel de educación, mayor que el de los hombres. Pero el mundo laboral cuenta aún con obstáculos para la plena igualdad. En general todas las mujeres menores de 50 años tienen un nivel educativo medio superior al de los hombres y la diferencia aumenta según se reduce la edad. "Las mujeres se esfuerzan más en los estudios porque anticipan las dificultades que tendrán después en el mercado laboral", subraya Conde-Ruiz.

Estas dificultades vienen determinadas por la maternidad, o más bien por las pocas facilidades que da la sociedad a la conciliación entre el cuidado de los hijos y la carrera profesional. El estudio destacada un dato ya conocido como es que las mujeres dedican dos horas más al día que los hombres a las tareas del hogar y ellos dedican una hora más al ocio.

Para Conde-Ruiz una de las maneras de acortar estas diferencias es obligar a los hombres a tomar el permiso para el cuidado de los hijos y que los padres no se escuden en razones de trabajo y promoción personal para dejar esta tarea en manos exclusivamente de sus parejas. Asimismo debería extenderse los servicios púbicos de cuidado y educación para niños entre 0 y 3 años para ayudar a los padres y madres en su desarrollo profesional.