La actividad de las empresas no financieras siguió mejorando en el 2017 aunque a menor ritmo, al tiempo que se inició una tímida subida de los salarios. El resultado ordinario neto obtenido por las empresas creció el año pasado de forma significativa, el 7,4%, aunque a un ritmo menor que en el 2016 (17%). El salario medio de estas mismas empresas, por su parte, apenas aumentó el 0,2% en el 2017, si bien el año pasado ya se dejaron atrás los descensos de años anteriores (en el 2016 el salario medio bajó el 0,7%). Además, la creación de empleo se aceleró, desde el 1,4% del 2016 al 2,2% en el 2017. En conjunto, los gastos de personal subieron el 2,4%.

Estos datos, obtenidos de la encuesta trimestral que elabora el Banco de España (Central de Balances) correspondiente a la última parte del año pasado reflejan que «en el 2017 la actividad de las empresas continuó aumentando, aunque a un ritmo más moderado que el año previo», según el informe publicado ayer por el organismo, a partir de una muestra de 944 empresas, que representan el 12,8% del valor añadido bruto (VAB) del país.

La encuesta también refleja que aún existe un elevado porcentaje de empresas con rentabilidades negativas (algo más del 20%). El resto son capaces de extraer rentabilidad a sus activos y hay un elevado porcentaje de empresas (casi el 40%) cuya rentabilidad supera el 15%. Desde el punto de vista del director general del Servicios de Estudios del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, esta disparidad en la rentabilidad de las empresas justifica la distinta capacidad para acometer, o no, subidas salariales. Por sectores, el mayor aumento de la remuneración media se situó en el 2017 en la industria (1,3%). En el sector de información y comunicaciones el salario medio volvió a retroceder en el 2017 (el 0,6%) a pesar de que su resultado ordinario neto creció el 7,3% y de que la rentabilidad de sus activos superó el 17%. Por tipo de contrato, el empleo temporal continuó siendo el que más creció (6,8%), frente a una subida del 1,2% en el fijo. Según el Banco de España, el resultado de la muestra está muy condicionado por el peso que tienen en ella algunas compañías muy grandes del sector de la energía, «una rama en la que se observó un estrechamiento de los márgenes comerciales en un contexto de repunte de los costes de producción». El resultado ordinario neto de estas empresas subió el 7,4%, favorecido por el cobro de dividendos y los menores costes financieros de la deuda. Todo ello llevó a un relativa mejora rentabilidad media de los activos, hasta el 5,9%. El beneficio final, sin embargo, fue inferior al del 2016 (un descenso del 23,8%).