Las salidas a bolsa de empresas, indicador de la salud de una economía y de la confianza de los inversores, han revivido en los primeros meses de este año, tras vivir un lánguido 2016 por las incertidumbres políticas y económicas que marcaron el ejercicio. La bolsa española ha registrado ya tres operaciones que han permitido a las compañías protagonistas (Gestamp, Prosegur Cash y Neinor Homes) captar 2.324 millones, cuando en todo el año pasado solo se produjeron otros tres estrenos bursátiles (Parques Reunidos, Telepizza y Dominion) por 1.225 millones, con lo que el alza es del 89%.

La consolidación de la recuperación económica y la formación de Gobierno explican la mejora. «Esperamos un 2017 más activo que 2016, principalmente en la segunda parte del año, como consecuencia de la mayor estabilidad política, de los buenos fundamentos de las empresas y del incremento que todo genera en la confianza del inversor», explicaba en un reciente informe Cecilia de la Hoz, socia del área de transacciones de la consultora EY.

FENÓMENO MUNDIAL / El incremento de las salidas a bolsa no es solo un fenómeno español. En todo el mundo, se produjeron 369 operaciones en el primer trimestre, un 92% más que un año antes, por un importe de 31.762 millones, un 146% más, con lo que se registró el mejor comienzo de año desde el 2007. Pero la bolsa española fue la más activa de Europa, una tendencia que podría continuar el resto del año ya que hay compañías como Unicaja Banco, Lecta, Testa Residencial, Borges o Volotea que podrían sumarse a los estrenos.

«A medida que los peores augurios sobre la política internacional, fundamentalmente, se vayan descartando y la recuperación económica termine de calar, es muy probable que la actividad corporativa siga ganado tracción», apunta José Ramón Iturriaga, gestor de Abante. Pero ojo: «No nos debe extrañar que si ocurriese un retroceso agresivo en los mercados, muchas empresas que tuviesen pensado salir a los parquets se echasen atrás», advierte Rodrigo García, analista de XTB.

Las empresas, así, están más interesadas en salir a bolsa, pero hay que tener cuidado antes de apoyarlas. «El año pasado no se lo planteaban y este año, sí; otra cosa es si se trata de buenas opciones para los inversores», advierte Jaume Puig, director general de la gestora de GVC Gaesco. Algunos expertos apuntan que el interés de los propietarios ha primado por encima del de los inversores en las últimas operaciones.

CONSEJOS / Este fenómeno resulta particularmente evidente en el caso del Mercado Alternativo Bursátil (MAB), al que las socimis -sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria- han acudido en un número significativo entre el 2016 y el 2017, pero no principalmente para convertirse en un vehículo de inversión. Estas empresas tienen que cotizar para beneficiarse de las ventajas fiscales de estos instrumentos y que se resumen en que la sociedad tributa al mínimo y los beneficios repartidos tributan como rendimientos del capital. «Muchas de estas sociedades se utilizan para aparcar activos inmobiliarios de un grupo familiar», según destaca Puig.

En caso de plantearse invertir en una salida a bolsa, así, conviene fijarse en el precio, en si existe un tramo cualificado, si los accionistas anteriores van a permanecer en la compañía, los riesgos de que alerta el folleto de la operación y en qué mercado va cotizar (el mercado continuo es más transparente).