Las bolsas europeas habían anticipado un escenario de beneficios empresariales --el verdadero motor de los mercados-- para el 2015 y el 2016 con crecimientos de entre el 10% y el 15%. Los analistas interpretan que las caídas de esta semana tienen mucho que ver con el hecho de que es posible que ese escenario ya no se cumplan. Por lo tanto, "los inversores han decidido ponerse en un escenario conservador de resultados empresariales", ha comentado el director de una gestora bancaria. Lo importante ahora, destacan, es ver si a medida que las grandes compañías dan a conocer sus cuentas --las del tercer trimestre comienzan a presentarse a finales de este mes de octubre-- se cumplen las previsiones anticipadas o, efectivamente, comienzan a reflejar el escenario de menor crecimiento que apuntan los datos macroeconómicos.