Centenares de jubilados protestaron ayer en Atenas contra otro recorte de las pensiones acordado entre el Gobierno griego y sus acreedores previsto para enero del 2019, que se traducirá en nuevas reducciones de hasta un 18% de las prestaciones para dos millones de pensionistas (de un total de 2,6 millones).

Los manifestantes -500 personas según la Policía, 3.000 según medios locales- recorrieron las calles principales de la capital hasta el Ministerio de Finanzas, para exigir que no se aplique la reforma que supondrá el decimotercer recorte en las pensiones desde el 2010, cuando se puso en marcha el primer programa de asistencia financiera de Grecia.

Si se tiene en cuenta el nuevo sistema de cálculo de las pensiones que entró en vigor en abril del 2017 (para bajar un 40% las prestaciones de los jubilados con las rentas más altas), las nuevas medidas pasarían a ser en realidad el décimo cuarto recorte en ocho años.

Durante los tres programas de rescate de Grecia los recortes en las pensiones, según analistas, han supuesto un ahorro para el Gobierno griego de 50.000 millones de euros, alrededor del 25% del producto interior bruto.