Los presupuestos de 2015 se centran en fortalecer la recuperación económica y son "continuistas" con las políticas dirigidas a reducir el déficit público ya que la principal preocupación sigue siendo cumplir con la meta de consolidación fiscal, lo que seguirá exigiendo un esfuerzo importante.

El Gobierno presentó ayer en el Congreso de los Diputados las cuentas públicas para el próximo año, en las que se prevé que la reforma tributaria dinamice el consumo interno y la recaudación aumente el 5,4 % en 2015 hasta los 186.112 millones de euros.

El presupuesto está marcado por una política de control de gasto público ya que el objetivo es alcanzar la meta de consolidación fiscal cifrada por el Estado en un déficit de 31.690,2 millones de euros, el 2,9 % del PIB.

No obstante, a diferencia de otros ejercicios, la paulatina mejora de la situación económica y del mercado laboral, supondrán un menor gasto por prestaciones de desempleo y en las transferencias al Servicio Público de Empleo Estatal.

En 2015 el gasto disponible para los ministerios cae el 0,2 % respecto al avance de liquidación del año anterior y será de 34.526 millones de euros.

Para el Ejecutivo el presupuesto esta marcado por la reforma tributaria y por el nuevo Plan CRECE, cuantificado en 650 millones de euros y que "fortalecerá la incipiente recuperación".

De esta forma, el presupuesto del próximo año prevé unos ingresos de 133.712 millones de euros, el 3 % más que en el avance de 2014, ya que se verán impulsados además por un contexto de mayor crecimiento económico.

Entre los objetivos de estas cuentas también está mantener el compromiso con el gasto social, para lo que se han establecido aportaciones para complementar la financiación del Sistema de Seguridad Social por importe de 13.074 millones de euros, el 0,6 % más que en 2014.

El gasto presupuestado para la política de pensiones en 2015 ascenderá a 131.658,93 millones, el 3,3 % superior al de 2014, al tiempo que las políticas activas de empleo se incrementarán un 16,5 %, hasta los 4.746,36 millones de euros.

Por otra parte, las medidas previstas en la reforma fiscal prolongarán su impacto durante los próximos años, pero comenzarán a tener efecto en 2015 a través de menores retenciones a cuenta y pagos fraccionados del IRPF, Impuesto sobre Sociedades e Impuesto sobre la Renta de No Residentes.

La recaudación prevista para el IRPF descenderá el 0,6 % en relación a la prevista para 2014, la del Impuesto sobre Sociedades se incrementará el 20,4 %, y los ingresos por IVA crecerán el 7,2 %, al tiempo que los Impuestos Especiales aumentarán el 4,4 %.

Asimismo, la política de Educación supondrá un 4,5 % más que la de este año, y la dotación a I+D+i ascenderá a 6.395 millones de euros, el 4,8 % más, mientras que la dotación a infraestructuras se incrementará el 12,6 %.