Pocas horas después de que se hiciese oficial su ascenso como nuevo presidente mundial de Volkswagen (VW) en sustitución de Matthias Müller, Herbert Diess ya apuntó a un giro para el gigante automovilístico alemán. En una carta dirigida a sus empleados, el consorcio alemán explicó que se acelerará la transformación del grupo para ser más eficientes, un nuevo cambio tras dar por superado un escándalo, el dieselgate, que sigue salpicando a la marca alemana.

Con la reestructuración decidida en la reunión extraordinaria del jueves, el primer fabricante mundial pasará a clasificar sus marcas por el precio de los vehículos en tres grupos. Volumen incluirá a Volkswagen, Skoda, Seat, vehículos industriales ligeros y servicios de movilidad; Premium representará a Audi y Suprepremium agrupará Porsche, Bentley, Bugatti y más adelante Lamborghini, sus marcas actuales más lujosas.

SEIS UNIDADES / El consejo de suprevisión del Grupo Volkswagen también decidió la creación de seis unidades operativas y la región de China. Este está formado por los principales accionistas (Porsche y Piëch, el Estado de Baja Sajonia y el emirato de Catar) y los trabajadores.

Además de una cuestión estratégica, los cambios al frente de Volkswagen también responden a un lavado de imagen para afrontar los incesantes escándalos sobre las malas praxis de la casa, que van desde la manipulación de hasta 11 millones de vehículos con emisiones contaminantes superiores a lo permitido al uso de cobayas humanas para experimentos.

Entre los nuevos cambios anunciados por Diess, el poderoso fabricante alemán dio a conocer que está preparando la salida a bolsa de su negocio de camiones y autobuses (Volkswagen Truck and Bus), creado hace tres años. Con esta decisión, la empresa de Wolfsburgo pretende aumentar sus posibilidad de financiarse en el mercado para ser más flexibles de cara a inversiones futuras y para «mejorar la capacidad de innovación», según afirmó ayer el consejero delegado de su división industrial, Andreas Renschler.

Como detalló la firma alemana, para poder realizar este pasó antes deberá convertir esta parte de su negocio en una sociedad anónima para luego pasar a ser una sociedad europea. El año pasado esa división del grupo vendió hasta 205.000 vehículos industriales.

DUDAS EN SEAT / Los cambios generan dudas con respecto a la filial española Seat. Francisco Javier García Sanz, que fue hasta el pasado jueves uno de los directivos españoles con un cargo de mayor responsabilidad en una gran corporación internacional, deja el puesto de vicepresidente mundial de Compras de VW, que ha ocupado durante 17 años; y de presidente del consejo de administración de Seat.

En estos últimos 17 años como máximo responsable de Compras del consorcio bávaro, García Sanz ha acumulado un fondo de pensiones por su desempeño 22,54 millones de euros. En el pasado ejercicio, recibió una remuneración de más de 5,6 millones de euros. Desde la compañía le atribuyen un papel de «liderazgo» y «fundamental» para superar el dieselgate.