Magnates de las telecomunicaciones, inmobiliarias, yonquis de las finanzas, equipos de fútbol… un aire de fin del mundo se ha propagado en los últimos días en los círculos de poder de la economía italiana por la insólita filtración de una lista negra de morosos. En ella aparecen nombres y apellidos de algunos de los que han llevado al banco Monte dei Paschi di Siena (MPS) a acumular en sus entrañas 47.000 millones de euros en créditos tóxicos, y estar al borde del colapso. Algo que a su vez, ante lo que conllevaba para Italia y para Europa, ocasionó que el Estado italiano haya salido al rescate de la entidad bancaria.

La idea de la publicación de esta lista provino, de forma inusual, de la Asociación Bancaria Italiana (ABI). "Es necesario adoptar en Italia procedimientos excepcionales de transparencia para verificar públicamente quién ha endeudado a los bancos", afirmó el presidente de ABI, Antonio Patuelli, cuya propuesta tuvo aceptación incluso entre representantes del Gobierno de Roma. La filtración tiene lugar en un momento muy delicado, cuando todavía se están afinando los detalles para el plan de salvamento del MPS, y la crisis todavía golpea fuerte a los ciudadanos.

La culpa del agujero de la entidad fue, según ha publicado la prensa italiana, de personajes como Giuseppe Statuto, dueño de lujosos hoteles en Italia, y de Antonio Muto, un constructor de Calabria con presuntos nexos con el crimen organizado y quien habría obtenido en el 2011 de MPS 27 millones de euros, de los cuales solo 13 millones se sabe para qué se usaron (la reestructuración de un área en Mántova). Así como del constructor Massimo Mezzaroma, cuyas compañías desde mayo hasta hoy acumularon 111 facturas impagadas por millones de euros y quien ya había sumado deudas por un equipo de fútbol, el Siena, que luego quebró en el 2014.

SECTORES CASTIGADOS

Aunque también hay nombres más conocidos, como el de la familia de De Benedetti, propietaria del diario 'La Repubblica' y sobre todo de una empresa, Sorgenia, que se endeudó por 1.800 millones con los bancos italianos y con un tercio de esa cantidad en la panza de MPS, según la prensa transalpina. La empresa sigue lastrando al banco, al ser a día de hoy MPS accionista del 17% del capital de Sorgenia. "Muchos diarios italianos están perdiendo dinero o están gravemente endeudados", razón por la que son susceptibles "a los intereses de los bancos", escribió recientemente al respecto el economista Luigi Zingales, en el blog del Stigler Center de la Universidad de Chicago.

Y luego están los armadores, entre ellos los Rizzo Bottiglieri De Carlini, golpeados como otros por la crisis del sector. Gianni Punzo, dueño y creador del enclave para el transporte intermodal de Nola, una de las mayores infraestructuras del sur de Italia. Y también hay fondos de inversión inmobiliaria como Cordea Savills y Est Capital, una compañía ya liquidada que gestionaba un proyecto de revalorización del Lido de Venecia. Y varias empresas participadas públicas, entre ellas las que administraron proyectos en zonas tradicionalmente administradas por la izquierda italiana, como el aeropuerto de Siena, las termas de Chianciano y el Ayuntamiento de Colle Val d’Elsa, el cual se inmiscuyó en una fallida iniciativa inmobiliaria en Toscana.