La junta de accionistas de MoraBanc ha aprobado este miércoles la designación como nuevo presidente a Pedro González Grau, hasta ahora consejero delegado y responsable del proceso de transformación operativa y de negocio de la entidad. González sustituye a Jordi Mora Magriñà que cede la residencia a un profesional ajeno a la familia Mora, principal accionista del banco. Mora Margiñà ha sido presidente y ha pertenecido al consejo del banco durante 22 años, los últimos 10 años como director de banca privada.

La entidad financiera ha cerrado el ejercicio del 2017 con un beneficio neto de 23,5 millones de euros, lo que representa un incremento del 3,6%, según los resultados que ha dado a conocer la entidad financiera andorrana. Los resultados suponen el retorno del banco al camino del crecimiento orgánico y abre una nueva estrategia en la que la entidad se centra el crecimiento corporativo y la expansión del negocio fuera de Andorra. Da por cerrado el plan estratégico que se puso en marcha hace tres años para anticiparse a los cambios normativos que han supuesto a la banca andorrana incorporar los estándares contables del Unión Europea (UE).

González ha realizado un balance positivo del ejercicio: "Volvemos a crecer de forma sostenible y lo hacemos como resultado de un proceso de transformación y modernización del banco. somos más competitivos en un mercado cada vez más exigente".

El nivel de solvencia del banco se ha situado en el 2017 en el 18,9%, según el CET 1 de Bassiela III, con lo que supera de largo los niveles de exigencia mínimos. Asimismo, en el primer año de aplicación efectivo del Sistema de Intercambio Automático de información fiscal, los recursos gestionados del banco solo han disminuyó en un 2%, mientras que el total de recursos de clientes se situó en los 6,542,2 millones de euros.