Bayer pretende suprimir la marca Monsanto tras la adquisición por 63.000 millones de dólares (53.724 millones de euros), incluyendo deuda, de la empresa agroalimentaria estadounidense, que cerrará este mismo jueves. Así lo confirmó ayer el grupo químico y farmacéutico alemán tras recibir los pertinentes permisos de las autoridades de competencia para crear el mayor productor mundial de semillas y pesticidas.

De este modo, Bayer logra culminar la mayor compra de sus más de 150 años de historia, dos años después de la primera tentativa de adquisición de Monsanto, ya que presentó su primera oferta en mayo del año 2016 y llegó a un acuerdo con la compañía estadounidense algunos meses después, en septiembre.

Bayer presume de ser la empresa farmacéutica con mejor reputación del mundo (según el informe Pharma RepTrak) y ahora pretende distanciarse del principal productor mundial de semillas transgénicas por su mala imagen corporativa y por ser el objeto durante años de protestas de organizaciones ecologistas y de grupos de agricultores. «Bayer seguirá siendo el nombre de la empresa. Monsanto, como nombre de empresa, no se mantendrá», anunció la compañía alemana, que quiere cerrar la fusión el jueves.

«La adquisición de Monsanto es un hito estratégico para reforzar nuestra cartera de negocios líderes en salud y nutrición», declaró Werner Baumann, presidente del consejo de administración de Bayer, destacando que la compañía «doblará» el tamaño de su negocio agrícola. Entre las dos empresas tenían alrededor de 115.000 trabajadores en el 2017.

Bayer destacó que la adquisición de la estadounidense generará un valor significativo, con una contribución positiva a sus ingresos estratégicos a partir del ejercicio 2019, mientras que desde el 2021 esa contribución se prevé que sea al menos del 10%. Además, tras ajustar desinversiones, calcula que las sinergias anuales aportarán 1.200 millones de dólares a su Ebitda ajustado a partir del 2022.

Ampliación de capital

El 29 de mayo, Estados Unidos dio a Bayer su aprobación para la adquisición a cambio de desinversiones por unos 7.670 millones de euros, completando de esta forma las autorizaciones de todos los reguladores para que la multinacional alemana se convierta en el único accionista de la compañía de semillas y productos agroquímicos.

Para financiar la compra, Bayer realizará una ampliación de capital con la emisión de 74,6 millones de acciones nuevas por un valor de 81 euros el título, con la intención de levantar alrededor de 6.000 millones de euros.